II

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Sapphire estiró su largo cabello y luego tomó el bolso en su silla. Caminó por el largo pasillo vacío hasta la salidas de la escuela intentando recordar hechos importantes de este cuerpo.

Saber que era una villana no era de mucha ayuda, pues sólo era un extra más en la historia. Nunca se habló de que hacía, si sus padres la querían o sí tenía una vida familiar difícil.

La escuela se volvía más lúgubre con cada paso que daba, el cielo era de un naranja brillante y lo único que la acompaña a era el ruido de sus zapatos. Saltó cada escalón con una sonrisa escondida y luego corrió a la puerta de la escuela. Algunos chicos seguían ahí, hablando sobre una reunión secreta y también un señor con traje que parecía brillar cuando la vio.

—Señorita, recibimos su mensaje.

Sapphire parpadeó con cierta duda.

El hombre parecía más consternado.

—Sobre qué hoy presentaría a su novio a sus padres —murmuró antes de continuar—, sus padres han llegado temprano, han preparado una cena de su gusto pero parecía que usted se tardó más de lo normal. Creí que algo había pasado y estaba apuntó de notificar a su padre.

El hombre sonrió, su canoso cabello le recordó a su abuelo en su antigua vida. El hombre del que no recordaba nada la vio con curiosidad antes de preguntar:

—¿Y su novio?

—No vendrá —esa fue su única respuesta.

El hombre parecía taciturno, pero no preguntó más. Solo abrió la puerta y se concentró en conducir el auto hasta la casa familiar.

Durante el viaje, Serapphine revisó su teléfono y todo en su bolso. Encontró las fotos donde había una foto familiar de cuatro. La mujer de cabello corto y mirada opresiva debía ser su madre, el hombre con sonrisa suave y ojos brillantes su padre y... El chico joven su hermano menor, Prince.

Emerald Prince Lawrence.

Obviamente recordaba a este hermano. Fue un interés amoroso de la protagonista, fue el chico joven y tierno que era frío con todos pero lindo con ella. Serapphine sonrió mientras cambiaba sus pensamientos.

La protagonista debe estar feliz de saber todo lo que pasa en su futuro. Ayudará a sus padres con negocios millonarios y será apreciada como un tesoro como siempre quiso.

Por ahora, no conoce al hombre rico que quiere abrazar, pero no falta mucho tiempo. Entrará a la escuela y llamará toda atención, incluyendo al pobre protagonista. Serapphine parpadeo al recordar todo lo triste que era la vida del protagonista y como se aferraba a esta mujer por una simple comida. ¿Por qué parecía tan fácil tomar a un jefe millonario y manipularlo? Claro, en las manos correctas.

Luego de un rato escuchó el motor del auto apagarse.

El hombre carraspeo— Hemos llegado.

—Gracias.

El hombre sonrió y luego suspiró agotado. Su señorita parecía amable... Seguramente hizo otra travesura.

Serapphine no mostró asombro por la grande casa, pero se encontró maravillada. La gente que había inventado la vida de la villana pudo amarla desde un inicio, porque si no... ¿Le daría tantos privilegios? La casa era como un castillo, ni siquiera tuve que empujar la puerta. Una mucama la abrió para después hacer una reverencia.

Camino por el largo camino de mármol blanco y paredes con pinturas donde se encontraba un florero extraño que seguro costaría más que su casa en su última vida.

Al entrar en sala intentó actuar con naturalidad. Allí se encontraba su padre junto a su hermano sentados en el suelo intentando armar un rompecabezas de 2500 piezas. Mientras su madre parecía muy interesada en regañar a la sirvienta para que la mesa de la cena estuviera en una presentación elegante.

Las mujeres ricas y malvadas aman a los protagonistas masculinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora