XIII

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Los pasillos de la academia habían quedado vacíos antes de que sonara la campana.

Muchos de los estudiantes habían corrido el rumor de que esa misma noche, la chica más popular del colegio, haría una fiesta con un grupo musical muy conocido. Incluso los profesor habían sido invitados.

Sapphire tenía un castigo del cual podría librarse fácilmente, pero no lo hizo. Espero hasta que la llamaron y su castigo solo era limpiar uno de los salones sola, sin ayuda. Uno de los chicos más inteligentes, detrás del protagonista Cassian, le había dicho que sólo podía irse cuando él lo notificara.
También había tomado sus cosas y le había dicho que aquello era parte del castigo; no tenía nada. Sapphire no ignoro que este parecía odiarla, incluso escuchó como se reía detrás de ella.

"LOCOS"

Al llegar al salón, el pequeño chico con anteojos más grandes que su propia cabeza sonrió de forma extraña.

-Es aquí.

-Uhm...

El chico volvió a sonreír y mover sus dedos con cierta emoción que incomodó a Sapphire.

-Eres un bicho raro.

-¿Disculpa?

-Escúchame, soy amable pero no soy buena persona. Deja de mirarme así, me das asco -murmuró Sapphire, sin apartar la vista-. En serio en este lugar te quieren aplastar si muestras un poco de amabilidad.

El chico sonrió más.

-Sapphire... Algunas chicas me han pedido un favor; ellas quieren que te rompa una pierna.

Saphire parpadeó intentando salir de ese sueño. Pierna... ¿Acaso las locas fans de Cassian habían planeado eso?

-Eres muy linda, siempre me miras como si fuera nada y no me importa. Puedes pisarme, destruirme y estaré feliz... solo si eres mía.

Ella se acercó más, tocó su cara sin apartar sus ojos de él.

-¿Si soy tuya?

-Sí -contestó el bicho raro.

-Pudrete -respondió Sapphire.

Empujó su cabeza contra la puerta. Los lentes de aquel chico se rompieron, cortando parte de su rostro pero esto no parecía detenerlo. Sapphire incluso vio que su rostro mostró mucha emoción por sus acciones.

El chico también tomó la cabeza de Sapphire empujándola hacia atrás, Sapphire intentó tomar su brazo pero era imposible. El bicho raro tenía bastante fuerza para ser un escuálido aparentemente débil. Aún sujetando su cabeza, arrastró su cuerpo sobre varias mesas de aquel salón hasta golpear con fuerza el suelo. Sapphire sólo puedo soltar un quejido en respuesta.

Pronto, también sintió que un líquido caliente recorría su rostro y al bajar la mirada notó sangre. Sapphire se sacudió con más fuerza.

El chico parecía más feliz.

-¿Te gusta?

-Voy a matarte, maldito.

Sapphire se rindió de intentar empujar la mano del bicho raro de su cabello, formó un puño en sus manos y luego golpeó su rostro. Esto pareció aturdir al chico, aprovechó y empujó su pierna contra la entrepierna de su atacante y después volvió a tomar su cabeza para estrellarla contra la mesa.

-¿Querías partirme una pierna?

Sapphire sonrió, al estirar sus labios sintió un lugar y el sabor metálico en su boca. Parece que también le habían partido el labio.

-Voy a partirte la maldita cabeza.

Sapphire empujó la cabeza del bicho raro está vez contra el suelo. El chico no parecía avergonzado, también había pateado a Sapphire pero esta no se alejó ni un céntimo. Subió su cuerpo sobre él y luego le dio un puñetazo seguido de otro.

Las mujeres ricas y malvadas aman a los protagonistas masculinosOù les histoires vivent. Découvrez maintenant