Marvel: Breezing Through History como un eterno

Afterlude: El amanecer de los simios

[Dos años después]"

EL AMANECER DE LOS SIMIOS

Después de una discusión larga y agotadora, las Potencias europeas acordaron revertir la Partición de África, haciendo que muchas tierras africanas fueran independientes. Este tratado, lo que ahora se llama el Tratado de Londres, establece que ninguna potencia extranjera entrará en África, de lo contrario, se enfrentarán al poder de Zimera.

Anteriormente, el gobierno francés había rechazado el tratado y atacado la cuenca del Congo desde el norte, por desgracia, su ejército fue diezmado y Zimera abolió toda la ocupación francesa de África en el lapso de un año.

Todavía no sabemos qué amenaza traerá esta nueva especie-civilización al mundo, ahora estamos viviendo en la realidad en la que compartimos espacio con otra especie inteligente, la Simia Sapiens. Previamente, la famosa Guerra de los simios contra los belgas y el rumor de la alianza del Imperio Británico con el Reino de Zimeran han desatado tensiones políticas entre las naciones europeas. El Imperio Británico y el Imperio Alemán ahora tienen algunos derechos para negociar acuerdos con Zimera, como caucho, minerales y muchos más. También se rumorea que el metal recién descubierto que podía resistir las balas, el Vibranium, no puede distribuirse, aunque el rey Grodd dudaba si debería seguir así.

En cuanto a las naciones africanas, muchos representantes habían venido a Zimera para recibir educación, de modo que pudieran construir un gobierno efectivo para gobernarse a sí mismos, pero los representantes de Zimeran dijeron con severidad que no interferirán con otros problemas, excepto con invasiones militares de naciones extranjeras.

"

Un hombre de ojos violetas estaba sentado tranquilamente en un barco, leyendo un periódico. Este hombre era, por supuesto, Plutón.

"Parece que Grodd hizo algo". murmuró.

"¿Que cosa?" preguntó una mujer, Thena, caminando hacia él. La mujer se sentó en su regazo y leyó el periódico con él. "Oh, liberó África, bien por él..."

"Bueno, no toda África... pero aún así, progreso..." dijo Pluto.

Thena tarareó. "Solo creo... Hemos estado aquí por casi 7000 años ahora... pero ¿qué? Fuera de las tecnologías y las ideologías... nada cambió realmente, podría argumentar que es peor..."

"¿Por qué?"

"La gente todavía se mata entre sí injustamente... el odio florece sin ninguna razón más que por el color de la piel y la raza... las guerras se volvieron más brutales... es solo..."

"Lo sé..." tarareó Pluto. "Pero creo que deberíamos aprender ahora mismo, que mientras exista la bondad, la oscuridad la seguirá".

"Pero en este estado del mundo, la oscuridad eclipsa la bondad", dijo Thena. "Me han llamado la Diosa de la Guerra, pero... si las guerras son así, ya no quiero que me llamen así..."

"Esto no es propio de ti..." dijo Pluto.

"Por lo general, no me importa". respondió Thena solemnemente. "Pero... estamos planeando tener un hijo, ¿no?"

"¿Entonces te preocupa que el mundo no sea un lugar mejor una vez que nazca nuestro hijo?"

Thena negó con la cabeza. "Estoy más preocupado por cuál será su reacción..."

"¿Su?" Plutón cuestionó divertido.

"Quiero un hijo". Thena se encogió de hombros. Ya tenemos demasiadas hijas.

Plutón se rió entre dientes. "Cierto..." dijo, antes de suspirar. "Pero aún... tenemos un largo camino por recorrer antes de lograr eso... identifiqué algunas formas... pero no sé si cumplirá con lo que queremos".

"Confío en ti." dijo Thena, besando la mejilla de Pluto. "Tómate todo el tiempo que quieras..."

Pluto tarareó y se puso de pie. Caminó hacia la ventana del barco en el que se encuentra, admirando el frío mar afuera. "Di... dijiste que estás decepcionado con los humanos... diciendo que nada ha cambiado... Entonces, ¿crees que deberíamos dejar que ocurra la emergencia?"

"No seas tonto Plutón". Thena se burló, caminando hacia él. "Podría decir que estoy decepcionado, pero... no creo que los humanos merezcan ser masacrados solo por un celestial. Solo estoy... cansada... por todo lo que hicimos, todavía no han cambiado en absoluto. No tiene sentido enseñarles... guiarlos por el camino correcto... al final se desviarán".

"Cierto..." Pluto tarareó.