La Forma en que Nuestros Horizontes se Encuentran - Larry

Capítulo 14

Marco le da toda la información necesaria para llegar a Harry. Conversa con él y su madre sobre cómo sería su futuro si decidiera dejar todo para irse con Harry. El italiano le asegura que él se haría cargo en caso de que necesitara algún tipo de ayuda. El alfa se niega pero le agradece de todas formas.

James sostiene que está loco pero lo acompaña a hablar con las autoridades de la universidad. Les explica su situación, que Harry es su destinado y lo difícil que es estar alejado de él. Por supuesto, omite la parte de la separación. Las autoridades comprenden su problema y le permiten que curse de forma online el último semestre luego de rellenar algunos papeles.

Sólo queda que Harry le acepte.

Prepara su equipaje para ir a la casa de Harry, es su cumpleaños y él se muere por llamarlo, felicitarle. Había pensado mil formas de decirle las cosas, sus hermanas le sugirieron que se vista bonito y le lleve algún regalo. El alfa observa lo que le regaló su destinado para su cumpleaños y sonríe de lado. La ropa que había diseñado Harry para su desfile en octubre, la cual no había tenido un momento para ser usada.

No tiene otro momento para usarlo.

Está demasiado nervioso en todo el camino. Las prendas que el omega le regaló le quedan sorprendentemente bien. Resaltan su rostro a pesar de estar demacrado, con profundas ojeras violáceas y pálido. Está incluso más blanco que cuando fue a Milán aquella vez.

Louis nota que no sabe cómo vivir sin Harry, sin escuchar su voz, verlo aunque sea a través de una pantalla.

Chequea la dirección en su teléfono una última vez, corrobora que sea la misma y cree que está en el lugar correcto. Se detiene para pasar saliva mientras mira todo el lugar. No sabe cómo reaccionará su destinado. Toca la puerta, esperando que sea el omega quien atienda.

En ese momento, Harry está sentado en el sofá, acurrucado junto a su madre y tapado por varias mantas, viendo una película. Es su cumpleaños, pero no se siente como uno, se siente fatal como cada día desde que decidió terminar con todo.

El ojiverde comienza a sentir un cosquilleo en la piel y en el estómago. Lo nota al instante y se siente extraño. Se toca las mejillas enrojecidas cuando escucha la puerta.

–Yo abro –le informa a su madre. Se quita las mantas, se levanta y se dirige a la puerta.

Louis, por su parte, siente cómo su corazón se acelera con cada segundo que pasa. No sabe qué le dirá, no sabe si podrá realizar lo planeado. Si Harry se niega a estar juntos de nuevo, incluso luego de lo que tiene para decir, sería el fin y debería convivir con el dolor por el resto de su vida.

El omega percibe un olor que conoce muy bien y se le acelera el corazón. El alfa inhala profundamente, sintiendo el olor a chicle y quiere llorar de la emoción, necesitaba tanto de su perfume que se conforma con solo un poco de él. Harry abre rápidamente la puerta, sin poder creer lo que ve.

El estómago y garganta del ojiazul se cierran y se queda paralizado observandoal omega. Su alfa se remueve, volviendo a la vida, al igual que el omega de Harry. El ojiverde se moja los labios secos y respira el olor a mar. El corazón le late tan rápido que piensa que se va a desmayar.

–¿Louis? –pregunta cuando se siente capaz de hablar. El programador asiente, embobado, soltando feromonas sin darse cuenta.

–Hola Harry.

Los nervios y la ansiedad no se van, sus manos cosquillean, como si quisieran al fin tener contacto con el otro de nuevo. El omega parpadea y se queda viéndolo unos segundos, hasta que su cuerpo se abalanza hacia él por instinto.

–¿Qué haces aquí? –pregunta, abrazándolo con fuerza, hundiendo el rostro en su cuello.

Louis se aferra a él, sin poder creer el recibimiento, y también coloca el rostro en su cuello, sintiéndose mejor de inmediato. Había pensado mil escenarios distintos, sin embargo, en ese momento está en blanco. El olor a chicle lo abruma. Harry siente que puede relajarse de una vez por todas, sintiendo el olor a mar tan cerca de él.