Capítulo 8

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Harry está cortando unas telas con una guillotina muy afilada, con mucho cuidado, imitando el modelo de un diseño que le había dado su jefa. Está junto a Marco, que se había tomado cinco minutos de recreo antes de seguir con su siguiente tarea. Es un diseño para mostrarle a la dueña de la marca, por lo que Harry trabaja con mucho cuidado y dedicación, ya que si algo sale mal es muy seguro que le echen la culpa a él.

Aunque la industria de la moda está manejada por los alfas, por detrás hay muchos omegas que son capaces de comportarse como alfas enojados si es necesario.

–Voy a buscar un refresco, ¿quieres algo? –le pregunta Marco.

–No, ve tranquilo.

Marco se va y Harry se queda solo en el taller. Toma algunos trozos de tela y comienza a engancharlos con alfiler sobre un maniquí, para ver si había hecho bien las medidas y encajaban todas.

–Hola lindo, te he traído algo rico.

Harry, muy concentrado, se sobresalta, pero al instante reconoce el olor de Louis y su voz. Se le acelera el corazón y se gira para verlo.

Louis estaba pasando los días en el departamento de su amigo de Brooklyn. Había salido a pasear, pero se sentía incorrecto no pasear con Harry. Conocer Nueva York sin él a su lado lo hacía sentir vacío. Entonces decidió ir a verlo a su trabajo, luego de darse cuenta lo mucho que extrañaba al omega.

Frenó en un Starbucks porque no conoce algo mejor en la ciudad y compró un té para Harry y un café para él, junto a algo para comer. Se dirigió al lugar de trabajo del omega. Preguntó dónde estaba Harry Styles y no lo frenaron para entrar al ver que traía comida. Avanzó, sacando pecho, aparentando seguridad, y sonrió cuando se encontró con Harry frente a un maniquí.

Louis se mantiene con distancia para no tener ni una posibilidad de manchar las telas. Harry sonríe ampliamente y deja las telas en la mesa, alejándolas para que no ocurra ningún accidente. El alfa sonríe al sentir el olor de Harry a su alrededor, sintiéndose mejor de inmediato.

–¡Louis!–dice abrazándolo por el cuello y dándole un beso en los labios, con la comida y las tazas entremedio. Se moja los labios cuando se separa–. ¿Lo rico eres tú o la comida? –bromea y lo ayuda tomando las cosas para apoyarlas en una mesa cercana. Louis se sonroja levemente y se ríe.

–Podemos ser los dos, yo también estoy en el menú. –Le guiña un ojo.

–No sabía que ibas a venir, estoy sorprendido.

Louis se acerca a Harry y se encoge de hombros.

–Te extrañaba, no estaba planeado –le dice antes de volver a abrazarlo, esta vez pegando a Harry a su cuerpo. Harry se ríe, relajándose en la comodidad de sus brazos. Cierra los ojos, buscando tener más contacto con él.

Louis siente como el omega se relaja y se siente muy feliz por ser ese tipo de persona persona para Harry.

–Yo también te extrañaba –murmura el ojiverde, rozando sus narices con suavidad. Louis inhala su aroma y acaricia la mejilla de Harry con su nariz.

–¿Qué estabas haciendo?

–Nada, estaba armando uno de los diseños de mi jefa. Ahora me iba a poner a coser con la máquina –explica con la voz suave.

Tiene miedo que su jefa o alguien entrara y lo delatara, pero no puede separarse de él.

–Espero que no te esté explotando mucho.

–Estoy recién empezando mi carrera, peleando a los codazos, no se puede pedir mucho –dice con cierto tono de humor. Louis se ríe, sabiendo que todo es cuesta arriba cuando uno comienza. Se separa un poco de él para mirarlo.

La Forma en que Nuestros Horizontes se Encuentran - LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora