❝Me prometí a mí mismo que nunca jamás volvería a verte llorar.❞
→ Nyoko no recordaba haber llorado nunca. Desde que perdió los recuerdos de su traumática infancia, su vida había parecido tomar un camino normal y tranquilo. Pero todos los secretos d...
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MISIÓN.
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Izuku sentía cada día una gran ansiedad en su pecho. La situación que tenían entre manos los héroes que participarían en la redada a la Yakuza para rescatar a Eri y poner un fin a los planes de Overhaul, era realmente complicada. La presión sobre sus hombros era demasiada, porque de ellos dependía la vida de una pequeña niña inocente, y no sabían en verdad el peligro que podía conllevar la misión. Además, no poder hablar acerca de ello con sus compañeros y amigos tan solo empeoraba la situación: ninguno de los que participaría podía decir una palabra, no podían desahogarse ni contarle sus preocupaciones y sus inseguridades al resto. Pero eran adolescentes, y necesitaban de alguna manera expresar lo que sentían y lo que pensaban.
Y la ausencia de Nyoko aquellos días le producía aún más tristeza, porque estar junto a la pelinegra lo calmaba y le permitía al menos sonreír de forma genuina por lo mucho que quería a la chica. Sin embargo, la Suzuki había estado varios días fuera de la U.A. para continuar las investigaciones acerca de la particularidad que bloqueó sus memorias: llegando a una conclusión gracias a las muestras de ADN que habían tomado de la prisión Tártaro y su conexión con aquel kosei, quien pertenecía nada más y nada menos que a All for One. Y aún no habían encontrado la manera de deshacer sus efectos para descubrir qué le había sucedido a la familia Shimura o cómo Shigaraki había acabado en las peligrosas manos del villano.
A pesar de que Kirishima, Ochako y Tsuyu estuvieron tratando de subir sus ánimos, el humor del pecoso no mejoró y la Clase 1-A notó el repentino cambio en el risueño chico que solía ser Midoriya. Era demasiada presión para él y no tener el hombro en el que se solía apoyar, no mejoraba la situación. La situación se mantuvo así hasta que la noche antes de la incursión en la base del Shie Hassaikai, bajó hasta la cocina para comer algo ya que tenía el estómago prácticamente vacío y ni siquiera podía lidiar con los nervios.
━Ah... qué sueño...━murmuró tras sobar sus ojos, y antes de que siquiera pudiera dar un paso más, notó repentinamente una mano colocarse sobre su cabello y unos ojos mirándolo fijamente.━¿¡Eh-!?━estuvo a punto de gritar asustado, pero se calló al ver que era ella,
