Capitulo 25.

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-¡Dame mi hamburguesa!-me quejo, mirando a Jesus con cara de violadora.-Oh sufrirás las consecuencias.

Jesus me tiende una sonrisa de esas que enamorarían a cualquiera y me saca la lengua.

-Cógela.-dice, poniéndosela detrás de la espalda.

Me acerco a el con cara pilla y hago intentos imposibles por cogerla.

-No vale.-me quejo.-Tengo hambre, y mañana tengo que rendir al máximo.

Jesus suelta una carcajada y señala su mejilla, para que le de un beso.

Le hago caso pero gira la cabeza haciendo chocar nuestros labios.

Y sin dejarme decir nada, me mete un trozo de hamburguesa a la boca.

-Come bonita.-se ríe.

Le saco el dedo corazón mientras comienzo a andar.

Corre detrás de mi mientras yo me río, andando detrás de mi.

Justo mi movil comienza a sonar y me paro en seco, es Mireia.

-Beel, amooor.-dice a la otra línea. Se que quiere algo.

-Que quieres, Mire.-se ríe.

-No vengáis a la habitación hasta las... diez o así.-dice rápidamente.

-¿Porque?-me río.

-Dani.. es-espera.-dice con la voz rota.

-Tia, que calentón llevas encima.-comienzo a reírme a carcajadas.-Esta bien, adiós idiota.
Usar gomita.

Y cuelgo.

Comienzo a reírme mientras voy hasta Jesus.

-¿A dónde vamos hasta las diez?-sonrío.-Están haciendo mini Danis.

Jesus suelta una carcajada y me agarra de la mano.

-Vamos a mi casa.-sonríe.-No esta muy lejos, pero como están todos en el hotel no hay nadie.

-Para el carro majo.-me río.-¿Cuanto hay de aquí a tu casa?

-Una media hora andando.-comienza a reírme.

Miro el reloj y veo que son las nueve.

-Como mucho tendré que estar allí a las once, así que vamos.-sonrío, tirando de el.

.....

-Anda, y luego me decíais a mi.-comienzo a reírme.-Niño rico.

Le toco la punta de la nariz, sentándome en su cama.

-Ay mi bebe.-ma abraza muy fuerte.

Unos minutos después estoy buscando una cosa que Jesus ha perdido, junto a el.

Saco una hoja y sonrío tiernamente.
Es una canción.

-¿La has escrito tu?-sonrío.

-Eh si.-me la quita.-No es nada, solo.. una tontería.

-Cántamela.-suplico, con cara de cachorrillo.

-Bueno bueno. ¿Que me das a cambio?-sonríe pillamente.

-Lo que quieras.-le guiño un ojo.

-Esta bien.-sonríe, cogiendo el papel.-Al calor de tu mirada,
al abrigo de esa piel que en tantos sueños recorrí,
yo me quedo si puedo elegir,
Al calor de tu mirada,
al abrigo de esa piel que en tantos sueños recorrí,
yo me quedo si puedo elegir,
siempre contigo bien cosido a tu perfil

a tú sombra y tu radiante luz,
a tus lagrimas también, y a tu manera de reir
yo me quedaré, si puedo elegir,
pegado a tus huesos, orgulloso y tan feliz

porque no hay nadie como tu, nadie que ilumine mi universo de color, nadie que me ponga a bailar el corazón, nadie que me eleve hasta el mismo sol

porque no hay nadie como tu , nadie que me llene cada día de ilusión, nadie que me cure las heridas y el dolor, no hay nadie que me explique, la palabra amor.

nadie me ha hecho al tocarme temblar, nadie comprende mis sueños igual, nadie sabe abrazarme, como tan bien lo haces, espantando al fin mi triste soledad

al vuelo de tu falda, al eco de tus pasos, que vienen junto a mí, yo me quedaré, si puedo elegir, bebiendo tus besos y muriéndome por ti

porque no hay nadie como tu, nadie que ilumine mi universo de color, nadie que me ponga a bailar el corazón , nadie que me eleve hasta el mismo sol

porque no hay nadie como tu , nadie que me llene cada día de ilusión , nadie que me cure las heridas y el dolor , no hay nadie que me explique , la palabra amor...

Sonrío como una tonta enamorada.

-Es preciosa.-me apoyo en su hombro.

-La escribí por ti.-me susurra.

Profundas Miradas(II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora