*Narra Bella*
Cuando acabamos de desayunar me incorporo y me quedo mirando a un punto fijo.
Hemos quedado a las nueve todos a bajo, y son las ocho.
-¿Vas a ir ya a cambiarte?-me pregunta Jesus, quitándose la camiseta del pijama y seguidamente los pantalones.
-Eh, que estoy delante.-me quejo, tapándome los ojos.
Aunque hay que reconocer que esta muy bueno.
Pa' comértelo con pan y chocolate.-Anda tonta, si ya me has visto.-me guiña el ojo.
Me sonrojo mientras le saco la lengua.
-Va, elígeme tu la ropa.-se ríe.
Observo su armario y le saco unos vaqueros que le quedan de muerte y una camiseta de manga corta ajustada, mas unas de sus inseparables vans.
-Va, ahora te dejare que elijas tu mi conjunto.-le sonrío, saliendo por la puerta.-Por cierto, estate alerta.
Salimos los dos de la habitación en silencio y llegamos a la mía.
Apoyo la oreja para escuchar si están dentro o no.Abro la puerta y entramos.
-No están aquí.-sonrío.-Eso significa que están preparando la venganza.
Jesus se ríe mientras cierra la puerta.
Los dos vamos hasta el armario y lo abro.Jesus se queda observando la ropa hasta que elige un vestido azul marino que sinceramente me gusta mucho.
Me da también unas sandalias y se sienta en la cama con una sonrisa de pillo.Río silenciosamente mientras me quito el pijama para quedar en ropa interior.
-¡Que no me entere yo que ese culo pasa hambre!-grita, haciéndome enrojecer.
-Y no pasa.-le guiño un ojo y Jesus sonríe.-David me lo toca demasiado.
La cara de Jesus cambia por completo haciendo que ría a carcajadas.
-Es broma inbecil.-me río.-No le dejo que me toque el culo.
Jesus sonríe mientras se levanta y me ayuda a abrocharme el vestido.
-Preciosa.-se ríe.
-Precioso.-lo observo de arriba a abajo.
Se acerca a mi y junta nuestros labios.
Yo se lo sigo con ganas, porque si, porque lo necesito.A los pocos minutos bajamos al recibidor del hotel donde ya están Mireia y Dani.
-Haz como que no sabemos nada.-susurro.
-¡Buenos días!-digo alegre, dándoles un abrazo a cada uno.
Y se me pasa por la cabeza la desagradable imagen que vi al entrar a mi habitación a las dos de la mañana.
-Buenos días.-contestan ellos.
No parecen estar tramando algo.
-Oye.-me río.-Por cierto, cuando valláis ha fabricar bebes, avisar, que ayer se me olvido el cargador en la habitación y entre y os vi en pleno acto.
Jesus comienza a reír al ver la cara que ponen los dos.
Mireia se sonroja y Dani suelta una risa nerviosa.-Me la habéis traumatizado, pobrecilla.-me abraza Jesus por la espalda.
No dicen nada porque ven venir ya a las chicas.
-¡Buenos días!-canturrean Katy, Camy y Lucy a la vez.
Los saludamos con una sonrisa y esperamos a que vengan los chicos.
Pocos minutos después aparecen los cinco y se nos acerca.
Le sonrío a David y el se acerca para darme un beso.
Intenta alargarlo pero yo lo paro.-Ya te he dicho que no me gusta que nos vena besarnos.-susurro, tendiéndola una sonrisa para que no se enfade.
-Solo estoy marcando mi territorio.-dice alto para que Jesus lo oiga.
-Eso solo lo hacen los perros.-me río, haciéndole una mueca.
David me saca la lengua y luego deposita un beso en mi mejilla.
Intento mantener las distancias con los dos yéndome con Mireia, no quiero tensión entre ellos dos.
-Por cierto.-me mira mal mi mejor amiga.-Que sepas que me voy a vengar.
-¿Porque?-me hago la tonta.
Mireia clava sus ojos verdes en mi haciéndome soltar una carcajada.
Saco el movil y le enseño la foto con cuidado de que no la vea nadie mas.
Mireia me echa una mirada de odio mientras estalló en carcajadas.
-Recuerda estas palabras, jovencita.-alza el dedo.-Soy la mejor en venganzas.
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Profundas Miradas(II)
FanfictionQue hay personas que nunca se olvidan, y una de ellas eres tú.