#15

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Llevaban un par de minutos sin separar su boca del pene de su alfa. Dioses, era perfecto. Duro, un ligero tono rosado en la punta y un sabor delicioso. Totalmente adictivo. Pero su omega quería más, quería que llenaran su culo con algo, con el pene de su alfa. Quería un nudo y una marca verdadera. Se separó no sin antes succionar fuertemente y acariciar sus bolas.

Lo besó tan fuerte y pasional que sentía que podía correrse con solo eso; sus labios y pieles juntos.

Leo: Anúdame ya, por favor. Te necesito dentro, por favor por favor, haré lo que quieras.-- Continuaron besándose restregando sus cuerpos y cuando se separaron el argentino vio una negación.

Guille: No, no-no puedo anudarte omega.-- Dijo mientras besaba y succionaba la piel de su cuello.

Leo: ¿Qué? ¡¿Por qué no?!-- Dejó escapar un sollozo y una lágrima se derramó de esos preciosos ojos. Era algo hiriente para su lobo, ¿Por qué un alfa no querría marcar a su destinado? ¿Qué tan mal omega era para su alfa?

Ochoa sintió la tristeza por su lazo, la inseguridad y la duda. Y de alguna manera el lazo le permitía saber más de su omega en momentos como este, había leído tanto sobre eso y ahora que lo sentía no sabía qué pensar y tampoco pudo analizarlo más. Un pinchazo de culpa llegó al ver a Lionel triste con una lágrima deslizándose por su mejilla.

Guille: Amor, eres el omega más hermoso del universo. Eres totalmente perfecto.-- Beso a esa gotita en los cachetes de su destinado y acarició sus cabellos.-- Tienes la mejor sonrisa, un aroma más que encantador, cuidas bien de nuestra cachorra, eres talentoso y miles de cosas más. Lástima que no pueda cumplir tu deseo, bonito.-- El arquero soltó un quejido lastimero mientras volvía a besar su marca provocando escalofríos.-- Tenemos un partido y las personas esperan verte.

Leo: Me vale una poronga todo, solo hazlo.

Guille: Ay cariño, estamos perdidos.-- Realmente lo estaban. Estaban perdidos en el amor y placer por el otro.-- Mmm, no te lo daré por ahora, pero si eres un buen omega prometo que podrás tenerlo después del partido. Aún así, puedo complacerte muy bien.-- El menor frunció un poco su ceño; luego reclamaría lo suyo.-- Prometo cumplir tu deseo, lindo. Solo espera... Mientras tanto, date vuelta. Quiero tener tu culo en mi cara.

El omega se estremeció por las sucias palabras y su tono. Obedeció y terminaron quedando de la misma forma que un 69.

Guille: Sigue con lo tuyo.-- Y le hizo caso continuando con el trabajo oral. En cambio el alfa tenía todo un espectáculo visual, la entrada de su omega chorreaba lubricante, se contraía sola y el menor tiraba sus caderas atrás en busca de consuelo a su evidente necesidad.

Se aventuro metiendo dos dedos de golpe, la tan dilatada entrada los recibía gustosamente y se escucharon un par de gemidos. Se aseguro de jugar bien con ella, tocaba puntos que hacían delirar de necesidad al omega.

Leo: ¡Guille! Dios, dios, dios. Mételos más profundo por favor. Ah- agh. Te necesito, por favor, por favor.

Guille: Mis dedos no son lo único que te daré, pequeño.

Metía y sacaba sus dedos con fuerza y velocidad. Los abría como tijeras en su ano y era demasiado bueno, pero definitivamente quería más. Lo que no esperó Messi fue sentir besos y chupetones en sus muslos para luego sentir lamidas sobre su agujero. Se detuvo al instante por las corrientes de placer que sentía.

Guille: Continua con lo que hacías.

Leo: No- no puedo, es demasiado.

Guille: Sigue si quieres mi lengua dentro.-- No sabía de dónde sacaba fuerzas, sus piernas temblaban y lágrimas de placer se escapaban de sus ojos.

Leo: Por- por favor

Guille: Ya te dije que tienes que hacer, cariño.-- Y Lionel cedió, le urgía demasiado sentir más. Ochoa por su lado dio algunas lamidas más, dejó algunas marcas en sus nalgas y metió su lengua dentro.

Lionel chilló fuerte, tan fuerte que definitivamente los compañeros de al lado los escucharian. Pero en vez de avergonzarse, todo eso les excitaba más.

Guillermo dejó a su lengua explorar las paredes anales, saboreaba y se detenía a chupar con rudeza.

Se corrieron al mismo tiempo.

Lionel con ese músculo escurridizo dentro suyo y Guillermo con su cara totalmente enterrada en su orificio y con su omega chupando su miembro.

Terminaron muy cansados, pero satisfechos. Lionel ya casi ni podía moverse, era algo que probaba por primera vez y todo había sido muy muy fuerte. Sus piernas temblaban por haberse corrido y su rostro estaba empapado de lágrimas.

Guillermo lo levantó y lo llevó a la bañera cargándolo con mucho cuidado. Besaba su cabeza y lo alababa.

Guille: Lo hiciste muy bien omega, muy bien. Eres perfecto para mí. Te voy a limpiar, ¿sí? Tú solo relájate, luego descansaremos un poco.

Y así lo hizo, lo lavo con suma delicadeza y luego los dos durmieron abrazados un rato.



























Nota:

Buenaas, me desaparecí seis días pero aquí vengo. La verdad tenía medio cap después de terminar con el cap 15 pero no sabía que mas hacer y anduve ocupada así que skdjkjda aquí les traigo este cap que realmente ni idea de como lo escribí.

Muchas gracias por apoyar mi historia, estamos muy cerca de los 200 votos y ya llegamos a mas de 1200 lecturas. Nunca espere mucho y soy tan feliz con esto.

Gracias <3

El cachorro que nos unió [Messichoa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora