El cachorro que nos unió [Messichoa]

#10 Traición

Saúl estaba emocionado. Estaba apunto de llegar a Doha para poder estar con Guillermo y ver sus partidos. Era cierto que habían perdido un poco la comunicación, pero eso no quitaba que el boxeador estuviese enamorado del arquero. Tal vez era un beta; sin embargo, eso no tenía que interponerse entre ellos.

Siente que tal vez a su amigo le atrae un poco y siente esperanzas.
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Ochoa estaba al cien, se concentraba en el entrenamiento más que nunca. Se enfrentarian contra el equipo de su omega y sabían que eran muy buenos en la cancha.

Había hablado con Leo y ambos estaban de acuerdo en que el resultado del partido no intervendría en su relación. Aunque era claro que podrían frustrarse por eso, pues era su sueño ganar.

Atrapó otro balón tirado por Alexis Vega.

Vega: Así tienes que jugar hoy, tapas todo y el Chucky se avienta dos y ya está ganamos todo.

Memo: Andas muy soñador hoy, eh. ¿Has visto a Messi acaso?

Vega: Verga, cierto. Ojalá lo dejen en banca.-- Guillermo río ante esa estupidez. Nadie dejaría a Lionel sentado.

Fue a por su botella y dio un sorbo sintiendo el agua refrescarle, alzó la vista y vio a uno de sus mejores amigos: Saúl Alvarez.

Saúl: ¡MEMO!-- Corrió a su encuentro y lo abrazo fuertemente.

Memo: No sabía que venías al entrenamiento, me alegro mucho de que estés aquí. Pinche loco, no avisas nada.

Saúl: Te dije que venía para ver el partido. Vamos a partirles la madre a los argentinos y llegaremos hasta cuartos o algo. Nos tengo fe este año.

Memo: Jajaja, ojalá. Acabamos de terminar, súbete al bus nomás.

Saúl: Oye que bien, podemos almorzar juntos.

Memo: Ah, he quedado con alguien pero te puedes unir. Justo te lo quiero presentar, es mi omega.-- Hablo emocionado y feliz pensando en todo lo había sucedido en estos días.

Saúl: ¿Qué? ¿Encontraste a tu destinado o solo es un omega por el que te interesas?

Memo: Es mi destinado, los dos lo sabemos y mi lobo está tan feliz, Saúl. Estamos conociéndonos más, no queremos apresurar mucho las cosas.

Saúl: Ah. Me alegro por tí, Guillermo. Supongo que lo conoceré hoy entonces.-- El pelirrojo no se iba a rendir con el portero, tal vez ya tenga a su destinado pero no es obligatorio que esté con él. Y ni siquiera le había hablado de eso, entonces tal vez no era nada importante.

Saber que las persona que ama encontró a su destinado le dejado un sabor amargo en la boca. No le importaba quien fuese. Ochoa y él estarían juntos.

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Memo: Te presento a Lionel y a Elizabeth. Él es Saúl, uno de mis mejores amigos.-- El otro mexicano casi se cae de la silla, ¿Lionel Messi era el destinado de Guillermo? Eso era imposible.

Saúl: Hola, un gusto. ¿Memo podemos hablar un momento? A solas.-- El argentino se empezaba sentía incómodo. ¿Para que iban a hablar?

Memo: Está bien, vamos.-- Estaba algo dudoso sobre ir, su amigo parecía molesto y confundido.

Fueron al baño, el cual era más grande de lo usual para ser uno individual. Sin embargo, entraron y juntaron la puerta. Estuvieron un corto tiempo en silencio.

Saúl: ¿Estás seguro de que él es tu omega? Guillermo puedes haberte confundido.

Memo: Estoy muy seguro que es mi destinado. Lo siento dentro mío, mi lobo responde a su aroma, a mi omega.