#3 Hay historia

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Lionel despertó viendo a la niña, le hizo pensar en cuánto quería tener una familia. Tenía a sus padres pero quería tener un cachorro y una pareja. 

Solo un alfa en toda su vida se le hizo atractivo; en 2010 luego de ganarle a México en octavos de final se había retirado a cambiarse cuando se le cayó su botella de agua y ese mexicano con rulos se la dio para después acariciarle la cabeza. Sintió algo, no sabía qué, pero no quería alejarse, su omega estaba casi que sollozando al ver al alfa irse. Recordaba que Di María lo sacó de su trance y lo llamó para irse. Casi antes de subir al bus pudo oler esas feromonas, olían a una especie de bebida: cóctel de toronja con piña y tequila, siendo la última algo predominante. Lo vio saludarlo y pudo sentir esa necesidad de ir tras él.

No lo hizo después de todo. Solo sabía que se llamaba Guillermo Ochoa y después de eso empezó a ver algunos de sus partidos, solo pensar en ese alfa lo hacía sonrojarse. Era muy, muy lindo.

Recordaba también que en 2018 tuvo un amistoso en Córdoba contra la selección mexicana. Memo estuvo allí.

—----------En el pasado-------------

Argentina ganó limpiamente 2 a 0 y cuando se iban Lionel no pudo evitar desviarse en su dirección. Por no fijarse terminó chocando con el portero.

Leo: ¡Perdón! Me distraje un poco, umm, soy Lionel, pero puedes decirme Leo.-- "Puedes llamarme como quieras." Pensó su omega internamente, ese alfa era tan atractivo.

Memo: Jaja, no te preocupes. Sé tu nombre jugador estrella. Lionel Messi, el omega más lindo que he visto.-- Se acercó un poco más, lo agarró de la cintura y empezó a caminar con el mientras soltaba un poco de sus feromonas.

Leo: Gracias, tú también eres muy guapo. Eh, ¿quieres ir por un helado mañana? Pasó por ti a tu hotel.-- Él también dejó salir un poco sus feromonas dejando que los aromas fuertes pero dulces se combinarán, cualquiera que los viese diría que definitivamente tenían algo. Estaba aprovechando el hecho de que la selección mexicana se quedaba un par de días y él también podía quedarse unos días en esa ciudad.

Memo: Será un gusto, bonito.

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Messi había llevado a Guillermo en auto lujoso que había alquilado a una de las mejores heladerías del lugar, los dos estaban un poco nerviosos. Desde el inicio se habían sentido muy atraídos hacia el otro. Ahora mismo andaban con algunas cosas encima para cubrir sus identidades, pero eso no afectaba a que siguieran viéndose atractivos.

Todo marchaba bien, comían casualmente mientras hablaban sobre sus vidas y las cosas que les gustaban. Pero Leo se empezó a preocupar cuando sintió la temperatura de su cuerpo subir, se excusó y fue al baño. Se encerró en un cubículo al darse cuenta que había entrado en celo.

No entendía porque, aún faltaban dos semanas para que iniciará su ciclo. Estaba asustado, había iniciado en el peor momento posible, en un lugar público y a mitad de un cita.

Sollozó sintiéndose totalmente necesitado y vulnerable.

Ochoa por otra parte, se empezó preocupar al no ver al omega regresar, no quería pensar que lo había dejado para irse y prefirió revisar en los baños.

Apenas entró pudo oler las dulces feromonas de Lionel por todo el área.

Memo: Leo...– Su voz era pesada, el aroma estaba despertando a su alfa.-- Lindo, tienes que salir, te llevaré a tu hotel o a alguna farmacia. Ya...–Se le dificultaba seguir hablando, trataba de mantener el control de sus acciones, quería entrar y besarlo, quería saborear cada parte suya. No podía. No debía.-- Ya veremos qué hacer, es peligroso si te quedas acá.

El cachorro que nos unió [Messichoa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora