No abras los ojos

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Casi 12 años desde que conoció a lisa, y aun después de todo ese tiempo jamás olvidaría cada momento que vivieron juntos.

El recuerdo que más atesoraría es el de su boda, aun después de todos estos años podía recordar a la perfección ese día.

Si bien no tenían suficiente dinero para la boda de los sueños de Lisa, tuvieron una boda hermosa.

Fueron al juzgado y firmaron su acta ahí, Lisa usaba un vestido blanco que su madre hizo para ella.

Se veía hermosa con su pequeño ramo de narcisos y sus cabellos castaños decorados con pequeñas margaritas.

Lisa se quejaría de sus fotos, diciendo que era ridículo que tuvieran que haber festejado en el jardín de la casa de sus padres.

Pero a él jamás le importo, ese jardín siempre seria parís ante sus ojos.

Y su baile descalzo en el pasto seria como un vals en un palacio.

Estaba tan enamorado de Lisa que hubiera hecho cualquier cosa por ella, trabajo horas extra para comprarle un pequeño anillo con un diamante, nada extravagante, pero a el le gustaba mirarlo en el dedo de su esposa.

Recordando eso solo podía sentir nostalgia y tristeza.

Las cosas con lisa no terminaron como él hubiera deseado.

Y aunque había vuelvo a pensar en casarse.

Esta no era la boda que él hubiera deseado.

El enorme salón de Mount Massive estaba decorado con cientos de rosas, rojas y negras.

Las velas iluminaban a la perfección hasta el último rincón del salón, y los invitados vestían elegantes trajes negros, mientras usaban mascaras para ocultar sus rostros.

Desearía poder mirar mas haya, pero las ataduras no le permitían moverse.

Me sentía asustado y sin ánimos de seguir luchando.

Que propósito tengo para seguir.

Lisa y los niños son parte de Mount Massive gracias a Madame, Eddie y yo jamás podremos estar juntos, y fuera de estas paredes yo no soy nadie.

Solo tenia un trabajo mediocre, una casa vacía y ni siquiera tengo amigos o familia.

No hay nada para mi fuera de estas paredes.

-por favor pónganse de pie para recibir a la novia-

La marcha nupcial comenzó a sonar por todo lo alto del salón, violines y un piano tocaban por si solos, mientras todos se levantaban para ver a la novia.

Yo solo mire al suelo, no quería recordar este momento.

Pero mi cabeza fue forzada a levantarse.

Y por aquella alfombra roja vi mi perdición.

Envuelta en un enorme vestido rojo, Madame Gluskin desfilaba con gracia casi flotando sobre el piso.

Me sonreía con burla, sabía que había ganado y que no había nada que se pudiera hacer.

*

*

*

*

Al fin, el momento que he esperado ha llegado.

Demasiado tiempo he perdido por culpa de Eddie y su bastardo.

Ni siquiera el pudo darme a la hija que me salvaría de este destino.

Pero sabía que, si tomo algo que el Walrider desea, este tendrá que cumplir con su parte del trato.

Hotel Mount MassiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora