Hotel Mount Massive

Ruego de un padre

Cuando era niño solía tenerle miedo al sótano de mi casa, mi madre siempre me contaba de un monstruo que vivía en el sótano, y que si bajaba las escaleras este me devoraría vivo.

Esto me ocasiono pesadillas por años, y me sorprende que incluso ahora tenga tanto miedo.

Siento que, en cualquier momento, aquel monstruo de enormes colmillos, tentáculos y ojos brillantes, aparezcan y me devore mientras bajo las escaleras.

Mi mente solo puede pensar en Waylon, es lo único que me ayuda a bajar el siguiente escalón. Mi amado esta en peligro, y cada segundo que tarde mi madre podría hacerle más daño.

Pero entonces al llegar al final, lo vi...

Billy, mi hijo, ahora era todo un hombre, de pie desnudo y mirándome con una sonrisa llena de amor y esperanza.

-padre...-

-Billy...yo...-

El tomo mi mano y me llevo hasta el final del pasillo, a través de una puerta negra.

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-bienvenida a Mount Massive, mi nombre es Jeremy Blaire, soy el dueño y fundador de este hotel-

-es un placer señor Blaire, mi nombre es Helena Gluskin-

-encantado de conocerla, por favor permítame mostrarle su habitación-

Helena Gluskin era la mujer más hermosa que jamás hubiera conocido en toda mi vida. Educada, de una buena familia, y con una figura casi angelical.

Era una verdadera lastima que estuviera casada con ese patético de Gluskin.

Fue imposible no enamorarme de ella, y fue aún más increíble que ella compartiera mis sentimientos.

Edward solía venir frecuentemente a mi hotel, quería comprarlo y el que su esposa estuviera enamorada de mi edificio solo intensificaba sus ganas de quitármelo.

Pero el no lo sabe, aun si comprara mi hotel yo jamás lo abandonaría.

Condene mi alma al construir sobre esta tierra maldita, y ahora soy propiedad de Mount Massive.

Helena descubrió la verdad de Mount Massive y del Walrider, el demonio que habitaba entre las paredes de este hotel.

Incluso trajo ofrendas para nuestro hogar, ella amaba verme matar a esos infelices, sentir el poder del Walrider al absorber sus insignificantes almas.

De hecho, fue ella quien trajo a Walker y Trager, los primeros inquilinos que Mount Massive decidió quedarse.

Lamentablemente nuestra felicidad se vio interrumpida por su embarazo, era obvio que el bebé era de Gluskin, yo no puedo darle un hijo...Walrider no me lo permitió.

Y fue por ello que mi amada Helena enfureció, Gluskin le prohibió volver a Mount Massive, y él se volvió eufórico ante la idea de un hijo.

Pero ella volvió una ultima noche a verme, y rogo a Walrider, si ese niño era un varón ella se quedaría con Gluskin, pero si era una niña, la hija que ambos soñábamos tener.

Entonces Helena podría quedarse conmigo, Walrider tendría que permitirle quedarse en Mount Massive, porque al Walrider no le gustaba ella, había algo que la hacía indigna, que, sin importar todas las ofrendas y ruegos, el jamás le permitía quedarse más de una noche conmigo.

Walrider se burlo de nosotros, dijo que sin importar lo que hiciéramos Helena jamás tendría una niña, que todo lo que creciera en su vientre jamás sería suficiente para ella.