🌱🍂 Hijo de Omega 🍂🌱

❜ ⌗ celos ⌗ ❜

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Neteyam se llevó a Ao'nung hacia la entrada al bosque, gruñendo por dentro y sintiendo cierta ira que le quemaba y provocaba que moviera la cola de un lado para el otro, pareciendo un gato molesto.

¿Quién rayos era esa chica y porque besaba a su pez?

Podía ser una persona pacífica y cálida, pero tenía cierto omega todo hormonal por dentro que gritaba con claridad.

"No se toca"

"No se mira"

"Mío"

Y un sin fin de barbaridades más que se mantenía calladas normalmente.

Ver a esa... señorita, (pensaba con todo respeto, para no digerir una palabra tan "vulgar" como puta) besando a Ao'nung, simplemente-

No pudo detenerse a pensar para cuando ya le había pegado.

- Net - le llamó el de ojos azules, pero lo ignoró y siguió guiando a ambos a través del bosque - Yam-yam - prosiguió, haciéndole gruñir con la cara roja tanto por él enojo, como por el apodo - bebé - continuó, obligándolo a detenerse y encararlo, mostrándole su expresión enojada. Ao'nung retrocedió hasta un árbol y el le siguió los pasos hasta hacerlo chocar - escucha, se lo que puedes estar pensando y no es- - trato de decir, pero Neteyam no estaba atento a razones.

El quería borrar cualquier rastro de otras personas sobre Ao'nung.

Se acercó lo suficiente como para tirar de este hasta que estuviera un poco a su altura, besandolo con posesión.

Ao'nung respondió con un jadeo ahogado y le siguió al momento, regresandole el beso, pero más hambriento y más feroz.

Su cintura quedó a merced de las manos ajenas, sintiendolas calientes contra su piel. Sus brazos rodearon el cuello de este, perdiéndose en el momento con rapidez y borrando por un momento la imagen de una chica besando a su alfa.

No supo en qué momento fue su espalda la que quedó acorralada contra el árbol, pero no le importó.

Se vio a sí mismo rodeando el torso del otro con sus piernas al ser levantado por los fuertes brazos que poseía y que le sostenían con firmeza por los muslos, haciendo que su mente fuese más borrosa y difusa por el calor que se extendía en su interior.

Sus labios se separaron y ambos se vieron a los ojos, jadeantes y hambrientos del otro mutuamente.

Neteyam paso a cubrirse la mitad del rostro con su antebrazo antes de perder la cordura y ir por más.

Se suponía estaba molesto hace tan solo un minuto o dos.

- gatito celoso - canturreo Ao'nung al momento, molestándolo y tratando de picarle en el enojo (celos).

- no estoy celoso - trato de defenderse, sabiendo que era en vano.

- si lo estas -

- Que no -

- si lo estas - una sonrisa descarada de parte de Ao'nung fue suficiente para hacerlo callar, cediendo.

- ... - y si. Estaba celoso

La risa ajena no se hizo esperar, retumbando un poco y escuchandose bonita, aunque en ese momento le molestaba.

Le tomó de las mejillas con una mano y prosiguió a volverlo a besar, quería que se callara de una buena vez y borrar ese tedioso y ligero olor perfumado de la muchacha.

Siguieron entre beso y beso hasta terminar en el suelo, con Ao'nung de rodillas frente a él, acariciandole la cintura.

El ambiente se volvía más y más difuso mientras se perdían el uno en el otro, hasta que quedó tirado en el suelo y con la coronilla de su atuendo en quien sabe donde.

Ao'nung deslizaba sus dedos entre las ligaduras de lo único que cubría su parte íntima, besandole en el cuello y en el pecho, sacándole más de un suspiro.

Se vio obligado a tomarle del rostro para que sus labios volvieran a chocar, fundiendose.

Para ese momento, Neteyam no se daba cuenta de que estaba marcando al de ojos azules con su aroma y cierta mordida que le dejó en la oreja, fuera de sí.

Ao'nung le tomó de las piernas y tiro de él para dejarlo más debajo suyo todavía, resentido por la mordida y con una mirada que gritaba con claridad que no pensaba detenerse.

Y no era como si Neteyam quisiese lo contrario.

Se dejó desnudar ante el otro y sintió como se pegaba a su cuerpo, cubriendolo con feromonas de alfa que lo estaban embriagando por completo.

En esa situación, ya no sabía quién estaba tratando de poseer a quien, o si se poseían mutuamente.

Se dejó llevar por el calor incesante y los roces peligrosos, mostrandose tembloroso y abrumado por cada sensación que le invadía la piel.

Supo recuperar un poco su mente para cuando algo empujaba hacia su interior, estando ya húmedo y preparado de forma natural por culpa de su segundo género.

- A-ao'nung... - balbuceaba acalorado y lleno, rojo e intimidado por tantas sensaciones juntas.

- ¿estas bien? - susurro el otro a su oído con una voz ronca e intimidante, haciéndole estremecer por completo, dejándolo rojo por toda la cara - relajate - susurraba, haciendolo asentir en un intento vano por calmar su respiración y su mente.

Sus manos fueron besadas, seguidas de su rostro de forma repetida y cariñosa, provocando que se calmara y cediera aún más hacia el otro, sonrojado.

¿En que momento el deseo se había mezclado con los celos para terminar así?...

Dejó de preguntarse cosas poco tiempo después de ser empujado ligeramente, haciendo que se mordiera los labios para no soltar sonidos extraños que querían escapar de él.

Rodeo a Ao'nung con sus brazos en un intento de aferrarse a él, sin saber que le arañaba la espalda dejando marcas que serian bastante difíciles de ocultar al día siguiente.

No supo en qué momento el alfa había unido la conexión en sus trenzas, como tampoco fue consciente de su pérdida de conciencia, cayendo rendido por tanto calor que en sí, no podía soportar.

La mañana y los rayos del sol le tomaron completamente desprevenido para cuando despertó, siendo rodeado por los brazos del otro y sintiendo ardor por todo el cuerpo, causándole una reflexión rápida de los hechos y que se le enrojeciera el rostro pensando en lo ocurrido.

Neteyam se prometió después de eso, no dejarse llevar siendo celoso nunca más.

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