《Omatikaya》
Ellos eran diferentes a los metkayina.
Colas pequeñas, delgados, de tonos azules que tocaban al cielo nocturno, pertenecientes de bosque y no de mar. Hijos de tierra, como los llamarían algunos pertenecientes a los mares.
Una familia...
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Ao'nung salió del marui dejando solo a Neteyam, solo para ver a el resto de la familia Sully esperando alguna noticia desde temprano en la mañana sobre su familiar herido.
Tomó aire lentamente para expulsar sus instintos de sobreproteccion sobre el chico, para poder hablarles.
- ¿como esta mi hermano? - interrogó Lo'ak tan pronto como lo vio salir, acercándose - ¿ya despertó? - siguió preguntando, provocándole ganas de ignorarlo y seguir su camino.
- si, ya lo hizo - respondió muy a secas, caminando a un lado de este para ir por algo de fruta - el pregunto por ustedes, así que deberían entrar a verlo - murmuró evitando un par de gruñidos al respecto.
Simplemente no captaba que era su alfa el que estaba tan a la defensiva y no él.
Los Sully no esperaron mucho para entrar después de haberlo escuchado, llendo a ver a Neteyam inmediatamente.
Se dispuso a concentrarse en prepararle algo de comer a este, lavando un poco de fruta y cortandola para que le fuera fácil de comer. Tal vez era algo exagerado al preocuparse tanto por él, pero...
Es que no podía evitarlo, lo amaba mucho.
Escucho un carrasco de garganta a su lado, notando a su padre allí y provocándole un quejido mientras se le calentaban las mejillas.
Este lo miraba con una sonrisa digna de un padre orgulloso porque su hijo había encontrado una pareja.
- ¿Y bien? - interrogó de brazos cruzados. Ao'nung trato de concentrarse en las frutas lo mejor que pudo - ¿cuando planeaba decirle a tu padre que estabas enamorado? - preguntó este acercándose y dejando caer su gran mano sobre su cabeza, revolviendole el cabello.
- ¡papá!, para, eso es vergonzoso - se quejó ruborizado y avergonzado. Le daba demasiada pena contestar y le abochornaba el hecho de que su papá ya supiera.
Tonowari tan solo rió en respuesta, orgulloso. Le rodeo por los hombros y le mecio cerca suyo.
- cuida ese amor y cultivalo, mi hijo - le dijo con alegría, provocándole una sonrisa ligera - que Eywa los bendiga a ambos - prosiguió dando su bendición, haciendo que negará con nervios.
Sabía que algo así iba a pasar si este se enteraba...probablemente su padre se estaba conteniendo la felicidad para no abrumarlo. Agradeció eso.
- iré a llevarle algo de comer - anunció para que esté lo soltara, cosa que hizo entendiendo rápidamente - por favor, dile a mamá que se contenga. Por favor - le suplicó, recordando que no había visto casi a su madre desde el día anterior y que sabía esta había pasado unas cuantas veces en la noche a revisar el estado de Neteyam.
