🌱🍂 Hijo de Omega 🍂🌱

❜ ⌗ hermano ⌗ ❜

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Neteyam estaba desecho por tantas cosas que habían estado sucediendo sin parar, preocupado y muy ansioso.

El día que habían llegado los tulkun a la costa, se encontraba sólo consigo mismo y con ojos cansados. Le costó darse cuenta... de todos los nuevos cortes que tenía sobre las muñecas, brotando bastante sangre.

Pensó en quedarse un rato más mirando y analizando su brazo, hasta que le tocó entrar en pánico al escuchar la voz de Ao'nung.

¿Qué estaba haciendo?

Se había prometido no volver a hacer aquello.

Lavo su brazo con agua salada rápidamente, siseando ante el ardor y colocando su brazalete después, nervioso. La ansiedad lo consumía y el estar menos tiempo con Ao'nung a su lado solo le provocaba volver a aquella solución tan cobarde de su parte para sentirse mejor.

En aquella ocasión tuvo que fingir una sonrisa, mientras que el metkayina le tomaba de la mano tirando de él y provocándole dolor que tuvo que reprimir. Se veía emocionado como un niño pequeño, así que no deseaba causarle preocupación.

Le siguió y dejó que le presentará a Kei'al, su hermano tulkun. Ambos hicieron varias tonterías que le hicieron reír genuinamente, tan solo aquella vez.

La desesperación regresó a él cuando en pueblos más lejanos, se anunciaba se buscaba a su papá, siendo todo quemado al paso de la gente del cielo.

También se supo que, a su paso... habían muerto dos tulkun, recreandole la ansiedad otra vez.

Apretaba su brazo en ese entonces, resistiendose a la necesidad. No lo iba a hacer de nuevo, no lo necesitaba. Se autoconvencia.

Se creó un alboroto y su padre detuvo una posible guerra alegando que ese era el deseo de la gente del cielo, los humanos. Les dijo que el rastreador era una marca de muerte y que avisaran a los tulkun para que se fueran lejos.

Así se hizo bajo el mando de Tonowari, resignados todos a lo dicho por su papá.

Vio como Lo'ak salía de la reunión a hurtadillas, y le leyó bastante rápido las intenciones.

Lo siguió para detenerlo, tirando de su brazo y recibiendo una mirada de pocos amigos.

— hermanito, se muy bien lo que estas haciendo y no lo puedo permitir — intervino de inmediato, notando a Lo'ak desesperado y bastante ansioso. Solo que este no lo ocultaba

— ¡tengo que avisarle!, esta solo allí, soy el único que puede decirle sobre la marca — trato de convencerlo, pero negó de inmediato. Absolutamente no — ¡es mi hermano!, no puedo dejarlo a su suerte — expresó con desesperación.

Aquello le hizo enojar cuando lo escucho.

Lo'ak, quería ir a arriesgar la vida por un tulkun asesino que había conocido hace unos días, ¿en ves de quedarse con él y su familia?, ¿llamándolo hermano?

Vio que tenía intenciones de meterse al agua y apretó los labios con fuerza, no podía permitirlo.

— ¿tu hermano? — preguntó molesto, tratando de no sentirse dolido ante ese hecho, cosa inevitable — ¡yo soy tu hermano! ¡no ese tulkun! ¡yo! — grito furioso.

Lo'ak tan solo respondió con un ceño fruncido y empujandolo hacia atrás, haciéndole tropezar un poco y sorprendiendolo.

— ¡el es mi hermano! — alegó con enojo, retrocediendo — ¿pero tú?, tu si que no lo eres, Neteyam — pronunció con rabia y seriedad, partiendole el alma con sus palabras. Lo'ak no se contuvo y continuó — simplemente no te atrevas a decir de nuevo que eres mi hermano — escupió aquellas palabras, dejándolo en blanco.

Así se fue, dejándolo atrás y completamente destruido.

Trato de convencerse de que...no lo decía enserio...que esas palabras eran un desquite de su parte, y q-que simplemente era una mentira... ¿verdad?

Se quedó mirando por donde se fue impotente, sin poder reaccionar.

Su omega se encogia y sollozaba, destrozado.

— ¿neteyam? — escucho a Ao'nung llamarle, pero no se movió,  roto por dentro.

Este trato de hacerlo reaccionar y le preguntaba cosas que ignoraba, tratando de provocarle el habla. Pero... de sus labios no salía palabra alguna, sentía que si decía algo empezaría a llorar.

Ao'nung lo atrapó entre sus brazos y lo acuno como a un niño, tratando de consolarlo y hacerle entender que todo estaría bien.

Se lo agradecía profundamente... ya que de otra manera no podría reaccionar.

— ...Lo'ak — mencionó dolorosamente después de unos minutos, habiéndose calmado — es lo'ak, el fue con su tulkun a advertirle — hablo rápido, con la voz rota y un nudo en la garganta, separándose del ajeno.

Estaba decidido a ir por su hermanito, aunque este no le viese de la misma manera.

El Metkayina lo acompaño sin dudar, mientras que de paso se encontraban con Tsireya y Rotxo a los cuales avisaron y no dudaron en seguirlos para ayudar.

Solo esperaba que no hubiese ocurrido nada con Lo'ak y su... hermano...

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