Pensamientos Nocturnos

4. Yo

He estado pensando mucho durante estás noche, lo que me ha llevado a pensar en algo que no me deja en paz. ¿Será acaso algo del futuro? ¿Una insatisfacción? No.

¿Que me ha llevado a esto? ¿Por qué tengo que pensar en todo esto? ¿Acaso conocerá la clara paz que anhelo? O ¿Simplemente seguiré sufriendo? ¿A quien estoy hablando?

¿A dios? ¿A una entidad? No, a mí mismo. Odio pensar todo esto, pero habrá una garantía que terminen los problemas si lo dejo de hacer? No, pero a veces no tengo ganas de hacer nada y solo estar viendo a la nada. Sin embargo, no lo tolero, es sin duda perder el tiempo.

No obstante esa perdida de tiempo será sencilla verla en otro punto de vista y me digan que haga algo, pero díganme qué hago? Lo que he querido hacer debo hacer algo antes y antes otra cosa. Estoy acorralado.

Odio que esta sociedad, este mundo tenga una paz que no es real, que simplemente lo vean que puedan vivir sus vidas tranquilas. ¿Acaso nos hemos librado de las guerras? ¿Acaso nos hemos librado de la esclavitud? Jamás. En ningún momento nos hemos librado de nuestro mártir. Incluso en nuestro interior no podemos saber en verdad que queremos.

Cada vez veo atrás no tengo ni siquiera ganas de volver a vivirlo. Díganme, acaso ven a ese niño? A ese niño que tanto a querido sonreír, tener amigos, ser amado? Y ahora quién es a día de hoy? Alguien que no tolera la presencia de niños pequeños, que gritan, lloran, pero ¿Por qué?

Sabemos en el fondo porque. Sin embargo nadie lo quiere ver. En mis manos lo sostengo y me encomendó que no lo dañen y le pregunté ¿Por qué?:
Nero
Nero
Nero
Ahora sostienes lo que hemos sido. Me has abandonado con tus ojos me has abandonaste, en tus pensamientos me abandonaste, en tu día a día me abandonaste, en tu corazón me abandonaste. He llorado en cada momento que deseabas morir. Ahora todo lo que queda eres tú, alguien que odia su pasado, pero ama su futuro. Tu eres mi legado, nunca lo olvides. Vive y no mueras.

He llorado cuando llegue al fondo. Supe que quién era antes no toleraba por ser un niño, por ser alguien a quien no tolero a día de hoy. No tengo personalidades múltiples, pero sé lo que perdí fue muy valioso. Esa sonrisa, esa ilusión por amistades. ¿Quien soy a día de hoy? Soy el remanente de ese niño, pero nunca seré el mismo niño. Jamás moriré, jamás dejaré de vivir, jamás me rendiré hasta que mi futuro soñado sea obtenido. Solo o con amigos da igual, quiero que mis objetivos sean cumplidos y así será. 

No abandonaré mi voluntad de vivir, de soñar. Cómo lo hice con mi yo de hace mucho tiempo. Está vez será diferente y así va a ser. Mi espíritu será inquebrantable y mi vida será la más reluciente. Soy egoísta, pero no debo ser placentero con otros que no he conocido o incluso conozco. Primero soy yo y luego los demás. Es egocenstrismo, pero si mi vida llegará a dar fin no podría ayudar a nadie y prefiero estar vivo que no estarlo. Obviamente no puedo ayudar a todo, pero puedo a quienes este a mi alcance.
No perderé la pelea por esta vida.

Fin del pensamiento 4: Vida