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Después de la tormenta siempre sale el sol y aunque el tormento en la vida del pelinegro no ha desaparecido del todo, la esperanza de volver a sentir el calor del sol sobre su corazón había sido lo suficiente para darle el coraje y motivación de retomar las riendas sobre su vida y salir adelante, se había convencido a sí mismo de la increíble persona que era y de lo mucho que aún merecía el amor en su vida. Algún día, quizá no muy lejano, sería capaz de poder deshacerse de todas esas oscuras ataduras de su pasado.

A lo lejos, el pelinegro observó a Luhan, este cerraba los ojos permitiéndose disfrutar de la serena brisa del aire mezclada con las olas, dejando que el olor a caribe inundara en sus pulmones y una leve sonrisa se formulara en sus labios. Horas atrás habían discutido un poco debido a que el pequeño fin de semana divertido que había planeado este, resultaba ser demasiado extravagante para Luhan; sí, el pelinegro había gastado una fortuna en los boletos de avión y en la reservación del hotel, sin embargo, realmente no era la gran cosa para el heredero de unos muy buenos bienes comerciantes que le habían propiciado sus padres.

-Espérame un momento -Chanyeol se disculpó con Hansol antes de levantarse del suelo de arena donde se encontraba haciendo castillos de arena con Hansol, el pequeño asintió sin mucha importancia mientras continuaba concentrado en los detalles de su pequeño palacio.

Chanyeol camino con cautela hacia donde encontraba Luhan, se posicionó a su lado y decidió copiarle en su serenidad, cerró los ojos e inhaló el cálido aroma de la playa.

-Gracias, Chanyeol -las palabras de Luhan sonaron como una caricia para él pelinegro y este sonrió aun con los ojos cerrados.

-Un poco de playa para curar el alma -respondió -De nada, Luhan.

La tarde transcurrió demasiado rápido entre risas y bromas y sin darse cuenta el sol se había ido y ahora era la luna quien les alumbraba de regreso al hotel, el aura que les rodeaba era de paz y armonía, probablemente todos los ahí presentes habían tenido ya bastante tiempo desde la última vez que se habían sentido así.
Después de haberse ido a dar una larga ducha y de haberse cambiado a unas prendas cómodas decidieron bajar para tomar la cena. Todos a su al rededor los trataban como si fueran una familia y en realidad sí que lo parecían, un par de veces los empleados del hotel se dirigieron hacia ellos como la "la familia Park" y aunque tanto el pelinegro como el pelirosa sentían sus orejas y mejillas arder, nunca ninguno de los dos fue capaz de negar aquel mal entendido.

Se encontraban sentados en una mesa junto a una increíble vista al mar nocturno, Hansol andaba más animado de lo habitual y Luhan observaba con mucha admiración la forma en la que su pequeño se entendía con él pelinegro, Hansol siempre había sido un niño demasiado serio e introvertido y era asombroso como hablaba hasta por los codos cuando se encontraba en presencia de Chanyeol, ambos habían encontrado un cariño y confianza en el otro.

-Chanyeol ¿puedo hacerte una pregunta? -dijo de pronto el más pequeño de la mesa mientras sostenía una papa con ketchup en el aire.

Chanyeol le miró y asintió con gracia.

-Claro que sí, pregúntame lo que quieras.

-¿Cuántos años tienes?

-Hansol -le llamó severo Luhan -No es correcto preguntarle eso a tus mayores.

Chanyeol hizo un ademán de que no importaba y entonces se volvió hacia el pequeño con una sonrisa divertida.

-¿Te causa intriga eh? Digamos que tengo unas cuatro veces tu edad.

Los ojos de Hansol se abrieron como platos y sus cejas casi alcanzaron la raíz de su cabello.

-Entonces eres muy grande -afirmó.

I'm sorry. I love you (HunHan 2° Temp)Where stories live. Discover now