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𓄼 ❪ 𝙲𝙷𝙰𝙿𝚃𝙴𝚁 ⁰²⁸. . . . . 𝗌𝗈𝖿𝗍𝖼𝗈𝗋𝖾 ! ❫ 𓄼
— TE has pasado, desgraciada. Estuve las dos horas llorando — reí al ser recibida por los brazos de mi mejor amiga. Me rodeó con fuerza y nos tambaleamos de un lado al otro por la emoción —. Me encanta verte bailar, eres tan talentosa. Felicitaciones, de verdad.
Cuando me separé, Enzo no tardó en abrazarme también no sin antes darme un enorme ramo de rosas rojas. Y cuando decía enorme, lo decía en serio. Más grande que mi cabeza.
— Cuando parece que no puedes brillar más, vas y lo haces. Estoy muy orgulloso de ti, May — besó mi frente con una enorme sonrisa en su rostro.
— Gracias por venir y estar siempre — agradecí de corazón. Mi madre no tardó en correr hacia mí y tuve que darle el ramo a Amy para que no lo destrozara con su abrazo materno. No paraba de llorar en mi hombro y repetir lo hermoso que había salido todo y cuan orgullosa estaba de mí.
Al igual que Maddy y mi padre, que no era muy presente en mi vida pero por lo menos tuvo la intención de ir a verme y eso era mucho de su parte.
Estuvimos un rato más hablando ya que se nos unió Sharon y su multimillonaria familia pero que parecían buena gente, antes de salir del teatro. Me había cambiado y recogido mis cosas antes de saludarlos a todos para no perder tanto tiempo en eso. En media hora comenzaría la obra de Lexi así que teníamos que prácticamente volar hacia la escuela para llegar a tiempo.
Sin poder evitarlo, prendí mi celular con la esperanza de recibir algún mensaje por parte de Ashtray. Quizás explicándome el porqué de su ausencia, pero no había nada más que otras notificaciones sin importancia.
Suspiré pensando en qué hacer. Abrí nuestro chat y descubrí que su última conexión fue ayer a la siesta, antes de que llegara a su casa. Era demasiado orgullosa como para dar el brazo a torcer pero en cierta parte me preocupaba. No era propio de él no conectarse ni una sola vez durante el día.
¿Y si le había pasado algo? Eso explicaría porqué no llegó a tiempo.
¿Y si en realidad simplemente no quiso ir? Quedaría como una patética desesperada.
Hablarle o no, esa era la cuestión.
A la mierda.
you oye. sé que no estamos en las mejores condiciones, sí? solo quiero saber si está todo bien.
El mal presentimiento no desapareció e incrementó cuando ni siquiera le llegaban los mensajes, marcando una única triste tilde.
