~Capítulo 37~

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Volkov la estaba llamando.
Mierda, mierda, mierda.

Agarro el dispositivo con el máximo cuidado posible para no despertarla y deslizó mi dedo sobre la pantalla algo tembloroso, tragó saliva y coloco el móvil cerca de mi oreja.

C: ¿Si?
V: "¿Si?" ¡Cómo que "¿Si?"! ¡¿Dónde cojones estas, ___?!– A través de la línea es posible escuchar a un enfadado Volkov, y con razón.
C: Relájate, capullo.
V: ¿Conway? ¡¿Qué cojones?! ¡¿Dónde está ___?!– El ruso se comienza a preocupar. Joder ___, la que estás liando.
C: Ella está aquí, en mi casa. Está durmiendo.– Le comunico sin rodeos.
V: ¡¿Qué?! ¿Me puedes decir, por qué?–
C: Mira V, ¿Por qué mejor no me dejas dormir en paz y mañana acercó a tu puta novia a tu casa?–
Pensé que iba a contestar como siempre que digo que es su novia, pero no lo hizo. Solo pude escuchar un leve pitido que indicaba el final de la llamada. Me había colgado.
No pienso molestarme ahora, no quiero saber nada de nadie así que dejo el móvil en la mesa frente el sofá y subo a mi habitación de nuevo, cansado, sintiendo como mi cuerpo pesa, mis párpados medio cerrados, mi cabeza sin fuerzas. Me tiro en la cama y por fin, cierro los ojos plácidamente sabiendo que ya nadie podrá molestarme ahora.

{<>}

Una dulce voz entra por mis oídos y me hace despertar. Al principio no veía claro, tan solo una silueta que estaba parada frente a mi. Pensaba que era la muerte, que por fin me venía a llevar, pero no, no lo era.
___: Jack...–
Repetía mi nombre una y otra vez hasta que vio que mis ojos estaban abiertos.
Su cara de vergüenza lo decía todo. Tenía ojeras muy grandes y el pelo totalmente alocado.
C: Buenos días...–digo poniéndome en pie. Esta es una situación muy incómoda.
___: Te espero abajo...–dice por lo bajo y se retira sin decir nada más, ni si quiera me mira. Juro que hoy voy a matar a Gustabo y a Horacio.
Algo que me extraña, es que se halla levantado tan temprano, son las siete de la mañana, para mí es normal puesto que tengo que ir a trabajar pero ¿ella después de haber estado de fiesta? Que ganas de madrugar tienen algunos...

El agua caliente se desliza sobre mi espalda. Estoy intentando darme una ducha lo más rápido posible para no dejar a ___ sola mucho tiempo. Sé que quiere explicaciones, y se las voy a dar.

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Me siento tan confundida. ¿Qué ha pasado? ¿Qué hago aquí? ¡¿Y si Jack me ha hecho algo?! Dios, estoy llena de preguntas sin respuesta, mi cabeza da vueltas, pensar tanto me está mareando. Siento dolor en todas partes, de seguro me he emborrachado. O Dios, Volkov me va a matar.
Agarro mi móvil dispuesta a excusarme con Volkov y lo primero que veo son ni más ni menos que treinta y siete llamadas perdidas de Víktor.
Madre mia, madre mía, me va a matar, estoy muerta, definitivamente estoy muerta.
Debí poner una cara de desesperación apsoluta ya que Jack no tardó en comentarlo.
C: ¿Pasa algo?–Dicd bajando las escaleras con su pelo mojado y una camisa blanca conjuntada con su típica corbata y su pantalón negro.
___: ¿Qué paso ayer?–Estoy segura de que él sabía que haría esa pregunta.
C: ¿Te refieres a la puta borrachera que pillaste? Bueno si, tuviste una buena noche.–No me veo pero si tuviera un espejo aquí delante me apuesto lo que queráis a que estoy pálida como un muerto.
___: ¿Volkov lo sabe?–Conway me mira y eleva una ceja, luego suspira y seguidamente se dirige a la cocina.
___: ¡Jack! ¡¿Lo sabe?!–Insisto al no encontrar respuesta.
C: Solo sabe que dormiste aquí.–
___: Volkov me va a matar, me va a matar, me va a matar...–comencé a repetir mientras caminaba histérica por la habitación.
C: Relájate, nadie va a matar a nadie.–Dijo Jack frenandome en seco con su brazo.–Tenemos que ir a tu casa.–Me avisó sosteniendo las llaves del coche entre sus dedos. Asentí y le seguí al exterior del edificio. Se me hacía todo tan... Melancólico. Extrañaba este lugar aún que me cueste admitirlo.
Me abrió la puerta como un auténtico caballero y yo solo subí son decir nada. Conway dio la vuelta al rededor del coche para sentarse en el asiento del conductor. Colocó la llave en la entrada y arranco el coche de color fucsia chillón.
Los árboles y las farolas pasaban rápido por la ventanilla. Mi mano derecha sostenía mi cabeza, el dolor me estaba matando y solo de pensar que tenía que trabajar... ¡¿En que estaba pensando cuando me dije que si a esos dos?!
Jack conduce mientras yo solo me siento en silencio, tampoco es que quisiera hablar... pienso en tantas cosas, ¿Cómo he acabado aquí?, ¿Pasó algo ayer que Jack me está ocultando? Siento eso, él está más raro de lo normal, definitivamente hay algo que no me quiere contar pero, ¿El qué?

C: Hemos llegado.–Me advierte el de corbata. Asiento y abro la puerta de mi lado del coche, me bajo y antes de cerrarla, me asomo por el hueco que hay agchandome levemente.
___: Gracias por... todo.–Conway extrañamente me dedica una leve sonrisa y yo termino de despedirme cerrando la puerta cuidadosamente.
Veo como el coche va desapareciendo poco a poco por la calle y ahora me siento segura, relajada. Me dispongo a abrir la puerta del piso cuando me doy cuenta de que Volkov podría estar esperándome.
Joder...
Aparto la puerta poco a poco dejándome ver el interior de la vivienda, ningún ruso a la vista por el momento. Decido dar mi primer paso, con precaución me adentro poco a poco seguido de más pisadas que finalmente me hacen encontrarme en el centro de la sala. Miro a mi alrededor, ninguna luz, no hay chaquetas en el perchero y no hay rastro de las llaves del coche de Víktor, claramente ya se ha ido a trabajar, aún que se ha ido más temprano de lo normal...

Cierro la puerta que había dejado previamente abierta y subo las escaleras para llegar hasta mi cuarto. Me siento derrotada, sin ánimos de hacer nada.

Llamando a "Lilith❤️"

Sujeto mi teléfono en mis muslos con el altavoz puesto mientras me encuentro sentada en la cama de mi habitación quitandome la camiseta que llevaba puesta.

L: Tía, ¿Dónde estás? Llegas tarde.– Me comenta Lilith. Y efectivamente, llegaba tarde. Tendría que haber llegado a la cafetería a las ocho y son las ocho y veinte, y aquí sigo, en mi casa.
___: Lo sé... Oye, hoy... Podrías... Ya sabes,–hice una pausa para quitarme del todo la prenda de ropa y poder agarrar con ambas manos el teléfono.– hacer mi turno de mañana y yo hago el tuyo de noche, ¿Si?–
L: Uyyy, esa voz suena a resaca... Está bien, te cubro. ¡Tómate algo que pareces un zombie!–
Iba a contestarle un simple "gracias" pero ni a eso me dio tiempo, ya me había colgado. No me importó mucho y apagué el móvil para poder retirarme más cómodamente el resto de prendas de ropa y vestirme con algo más cómodo.
Una vez con una sudadera puesta y unos pantalones de pijama, me adentro en el baño para retirarme los restos de maquillaje y peinarme mejor.

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;)

Deu <3

~ᴍ𝖎 𝖈𝖍ɪ𝖈𝖆~ [ᶜᵒⁿʷᵃʸ ʸ ᵗᵘ]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz