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CAPÍTULO UNO : ❝ ¿Quién eres? ❞
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AUDREY SE VISTIÓ CON UN VESTIDO negro que le quedaba un poco más arriba de las rodillas, un cinturón marrón y unas medias largas color negro y por último unos tacones marrones oscuros. (*𝑀𝑢𝑙𝑡𝑖𝑚𝑒𝑑𝑖𝑎*), se peinó dejando su cabello negro suelto. Agarró su collar que le permitía controlar más su magia y su móvil con los auriculares.
La chica Walker bajó a la cocina, encontrándose con su madre.
—Buenos días. —Audrey dijo cuando llegó a la cocina.
—Buenos días, cariño. —Su madre le dijo tomando una taza de café.
—¿Y padre? —La joven preguntó buscando el cereal y la leche en la nevera.
—Salió hacia la comisaría. —Ella dijo tomando un trago del café.
—Hmm. —Audrey hizo un sonido de afirmación mientras se llevaba una cuchara llena de cereal a la boca.
—Recuerda que te inscribí a la escuela del pueblo. —La madre dijo mirando a su hija comer.
—Si. —Replicó Audrey terminando de comer. Audrey dejó la taza en el fregadero, después le dio un beso a su madre en la mejilla.—. Estaré arriba, por si me necesitas.
—Está bien. —La madre de Audrey dijo viéndola subir las escaleras de la casa.
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LAS PEQUEÑAS RISAS RESONABA por el inmenso bosque, En el bosque se podía observar a Audrey jugar con cuervos que la estaban rodeando.
Algo que Audrey siempre amo desde pequeñas era jugar con los cuervos que siempre estaban con ella, claro que solo aparecían cuando estaba sola. Los cuervos se le acercaban como un perro buscando a su dueña, Audrey siempre se ha sentido protegida al estar rodeada de los cuervos.
El sonido de una rama quebrándose espantaron a los cuervos que estaban rodeando a Audrey, menos al Cuervo que Audrey cargaba entre sus brazos.
Audrey se volteó hacia el sonido descubriendo que había sido la rubia que siempre veía en sus sueños.
—Asustaste a los cuervos. —Audrey replicó acariciando al cuervo entre sus brazos.
—Así parece. —Respondió la chica rubia viendo a Audrey acariciar al cuervo.
—¿Qué quieres? —Audrey dijo mirando fijamente los ojos dorados de la chica.
—Yo. —La chica rubia se señaló a ella misma.—. Nada. —Ella agregó mirando cómo Audrey empezaba a caminar lejos de ella, Así que no dudó en seguirla.
—¿No vas a preguntarme quién soy? —La chica rubia volvió a hablar todavía siguiendo a Audrey.
—¿Para qué? —Audrey cuestionó parando en seco para después voltear y mirarla.—. Nunca lo dices. —Ella agregó diciendo lo obvio.
—Es cierto. —Murmuró la chica de los ojos dorados.
Audrey empezó a notar que su alrededor se estaba oscureciendo, así que dedujo que se estaba despertando de su sueño.
—Supongo que adiós. —Audrey dijo sonriéndole a la chica, antes de que todo su alrededor se oscureciera.
Audrey abrió los ojos y suspiro, al no saber quién es la chica que siempre veía en sus sueños. Audrey siempre le preguntaba quién era y lo único que recibía a cambio era silencio o algunas veces tontas excusas.
Aunque la pelinegra siempre se esforzaba para que la extraña dijera su nombre o algo relacionado con la pregunta que ella siempre le decía, la chica rubia nunca hablaba cuando Audrey le decía la misma pregunta.
¿Quién eres?
Audrey suspiró de nuevo y se levantó de la cama, la pelinegra salió de la habitación y fue hacia la cocina. En donde encontró a su madre cocinando.
—Uy, Huele rico. —Audrey exclamó una vez que estuvo cerca de su madre y el exquisito olor llegó a su nariz. —¿Que estás cocinando?
—Gumbo. —Ella respondió con emoción al cocinar una de las comidas típicas de su ciudad New Orleans.
—Mi favorito. —Audrey dijo con una sonrisa.
—Audrey cariño, puedes sacar la basura. —La madre de Audrey dijo señalando una bolsa llena de basura.
—Claro madre. —Audrey exclamó mientras agarraba la bolsa, para después ir hacia afuera de la casa en donde estaba el bote de la basura.
Una vez afuera la pelinegra entró la bolsa de basura en el bote de afuera. Su mirada se desvió hacia la casa de al lado en donde vio a Charlie afuera de su casa con una chica más o menos de su edad.
La chica levantó su mirada y vio a Audrey. Audrey al ver que la chica la veía la saludo moviendo su mano y con una pequeña sonrisa en su rostro.
La chica respondió el mismo gesto, pero con timidez, haciendo que Audrey riera entre dientes antes de entrar de nuevo a su casa.
Sin saber que en un futuro lejano serían muy buenas amigas o mejor dicho "concuñadas".
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✶ ੈ author's note : Segundo capítulo AHHH.
Me ayudarían votando y dejando algunos comentarios, de los agradecería mucho 💗✨.
