014 | LA BRUJA

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014:
LA BRUJA

Juego: caza de brujas.

La bruja malvada que se ha cobrado la vida de la chica se oculta entre vosotros. El papel de la bruja no se limita a las mujeres. Se completará el juego si encontráis a la bruja y la quemáis en la hoguera.

Límite de tiempo: dos horas.

—Hay que encontrar al asesino de Momoka y quemarlo en la hoguera —dijo Ann en voz alta.

—¿Una caza de brujas? —la voz de Niragi cortó con cualquier murmullo que pudiera haber. Verlo aparecer tan tranquilo hizo que su piel se erizara. Actuaba como si no hubiera pasado nada, como si no hubiera intentado violarle. ¿Cómo podía ser eso posible? ¿Cómo alguien podía tener tan poca humanidad? Aunque para hablar de él tendría que meter también al platinado—. Va a ser divertido.

—El tiempo ha empezado... —murmuró Kyo hacia Tatta, viendo el contador de su móvil ir marcha atrás. El pelinegro llegó hasta su lado, y sin cortarse en absoluto le dio un toque en el hombro.

—Hola —la saludó por lo bajo. Una de sus sonrisas adornándole la jeta. La joven subió la vista al chico, con el corazón bombeándole sangre a una velocidad inhumana. Agradeció que pasara de largo tras eso y se centrara en el juego—. ¡Venga! Vamos a buscar a la bruja.

Tatta notó que había algo raro, así que se puso a su lado. No haría nada, porque él no peleaba, mucho menos con Niragi, pero al menos le hacía de apoyo moral a la chica. Todo el mundo comenzó a alterarse, sin saber qué hacer. Hablaban de cómo iban a encontrarla, de qué harían.

Justo frente a sí detectó la presencia de Chishiya y Kuina entre la multitud. Sintió que se hacía pequeña. Una la observaba con lástima y queriendo decirle algo, el otro tan solo le observaba. Vio como la chica pronunciaba un "lo siento" con los labios. Aquello no quedaría así. Tenían una conversación muy larga pendiente.

La gente se había puesto a acusar a la amiga de Momoka. Una manada presa del miedo. No tardaron ni un minuto en determinar que la quemarían a ella, pues era la bruja. Los muy idiotas. Mira fue quien frenó aquella idea tan loca, irrumpiendo el paso a los dos paramilitares que habían cogido y arrastraban a la adolescente.

—Calmaos todos —habló la de cabello negro. Una tranquilidad impasible. Soltó un largo suspiro y volvió a hablar—: Soltad a Asahi.

—Habrá más sospechosos, ¿no? —concluyó Usagi. Miró a su alrededor, viendo como entre ellos se miraban también. Desconfianza. Cualquiera podía ser la bruja—. ¿Dónde estabais los demás? ¿Qué estabais haciendo? ¿Podéis probarlo? ¡Contestad!

—Kyoko y yo lo pasábamos bien en la habitación, ¿verdad?

Las miradas fueron directas a la chica. Los ojos de esta atravesaron a Niragi con un odio que crecía por momentos. Vio como Chishiya se removió en el sitio, y al cruzar ambas miradas, pudo notar que sus ojos reflejaban lástima. Acababa de darse cuenta de la gravedad que sus actos habían tenido con respecto a su amiga. Apretó la mandíbula, pensando en varias escenas que le desagradaban una detrás de otra. ¿Había sido capaz de hacerle algo, en realidad?

—Todos diremos lo que hemos hecho en la última hora —Ann habló nuevamente.

—¡Sangre! —exclamó una de las jugadoras, señalando el papel manchado que portaba la ejecutiva.

—No os confundáis.

—¡Esto se pone interesante! —añadió leña al fuego Niragi. Parecía que le divertía estar ahí, las cosas que estaban pasando—. ¿Será ella la bruja?

hangover ; chishiya shuntaroWhere stories live. Discover now