Capitulo 29: "Bajo el infinito"

3.1K 240 5
                                    

Maratón 2/4 capitulos finales + epilogo.

Baltazar Licaón

 

Aspiro y me remuevo incómodo mientras estamos en la camioneta rumbo a la sorpresa que le tengo a mi esposa, estoy duro desde que la Vi en la casa, pero no quise arruinarle el trabajo que hizo para ponerse así de hermosa, aunque ya lo es sin tanto esfuerzo.

—¿Falta mucho? — su mirada se dirige a mi y me quedo embobado viendola, admirandola, caigo en un bache haciendo que devuelva la mirada a la carretera, pero noto que se sonroja antes de hacerlo. Le he hecho de todo y sigue sonrojandose cómo el primer día en que la Vi.

—Estamos cerca — creo que ser de sangre caliente no contribuye a mantenerme calmado.

La veo de nuevo y me está viendo, le sonrío y ella me responde igual — se que es cliché, pero… te ves bien manejando, me gusta.

Remuevo mis labios, debería espera a llegar pero… estaciono entre los árboles y ella arruga su entrecejo viendo hacia fuera de la camioneta, todo está oscuro ya que estamos en medio de la selva.

Me desabrochó el cinturón — ¿Es aquí? Ah! — se sobresalta cuando desabrochó el suyo y la tomo de la cintura para sentarla a horcajadas sobre mi.

 —Aun no llegamos pero… quiero besarte…

El tema no es besarla, porque lo hago siempre que quiero, es la cosa que mas me gusta de Micaela, siempre de una u otra forma, se deja manejar, es sumisa… el tema es poder parar, usualmente lo hago en lugares privados, se que soy intenso a la hora de hacerlo, por eso lo hago en este tipo de situaciones, cuando se que si no freno, no hay problema.

Dejo sus labios antes de bajar la parte delantera del vestido y apoderarme de sus pechos.

No paramos.

Media hora después estamos llegando.

Todo luce tal como quise, en la cima de la montaña una pequeña cabaña iluminada de magia, en el centro hay una pequeña mesa con velas.

Micaela se lleva las manos a la boca cuando lo ve — es… es muy hermoso.

Las estrellas cubre el cielo en su totalidad hasta el infinito y la reina luna resplandece dejándonos ver el paisaje nocturno que se extiende hasta donde el cielo toca la tierra.

Abro su puerta y ella sonríe de la manera más pura y sincera, suspiro porque al fin estoy llegando a dónde yo mismo no me permito por la idiotez que me consumía.

De la mano caminamos por un camino de piedras improvisado que está rodeado de flores blancas.

La pequeña cabaña consta de piso y postes de madera, con persianas.

Ya sentados frente a la comida decido hablar de una vez, no perder más tiempo —Micaela —Ella me ve curiosa, sus mejillas están sonrojadas aún por la actividad del auto, lo que me distrae un par de segundos — Perdóname, perdóname por favor , por todo lo que he hecho, te he herido, aunque nunca ha Sido mi intención, ya estoy pagando por mis errores — aún no le dicho a nadie que he perdido mi magia, la reina luna me ha castigado por herir a una inocente y se que me lo merezco, sin embargo agradezco que aún mi hija y mi esposa sigan a mi lado. Con ellas junto a mi, no necesito más nada.

—No tienes que hacerlo Baltazar, yo sé que… — Suspira y ve a la nada — se que llegue en un momento complicado, perdiste a personas importantes por los..  los de mi clase, así que… no tienes porque disculparte, de alguna manera te entiendo.

Su ojos de luna me miran y aún no entiendo cómo a alguien como yo le fue enviado una persona tan pura e inocente como Micaela.

—Te amo — las palabras salen de forma apresurada y mi corazón palpita desmesurado cuando mis oídos escuchan lo que acabo de decir, de nuevo, sus cejas se alzan y sonríe, una pequeña carcajada brota de su garganta y yo me remuevo incómodo. Se lo sigo diciendo y cada vez me aterra más no obtener una respuesta positiva de ello.

—Yo también te amo Baltazar, creo que lo hago hace mucho… — mi corazón no se calma, late aún más fuerte como si fuera posible.

—Cásate conmigo — su entrecejo se arruga — hagámoslo de nuevo — Saco de mi bolsillo un anillo y me arrodilló frente a ella, su rostro es un poema, se que ya estamos casados, pero… quiero hacerlo de nuevo, como una especie de nuevo comienzo.

—Pero…

—Eres la persona que la reina luna destino para mí y estoy agradecido por ello, eres un ser especial que me ha enseñado que no importa la especie que seamos, podemos ser poderosos si nos enfocamos, también que el poder no lo es todo, si no tenemos amor, somos nada, Cásate conmigo Micaela Stevens, empecemos de nuevo como una familia real con nuestra pequeña Selene — Aún estoy arrodillado y ella limpia una pequeña lágrima que brota rebelde de su ojo — Juro no volver a lastimarte en lo que me queda de vida, vida que es tuya Micaela.

Asiente y sonríe — Acepto Baltazar, acepto ser tu esposa. De nuevo.

Quito el anillo anterior y coloco el nuevo, ella me abraza y yo la presionó contra mi pecho.

Comemos y pasamos la noche hablando y bebiendo vino, me cuenta toda su vida, desde su niñez hasta que conoció a mi prima, yo hago lo mismo, no escondo nada, no conocemos como debimos hacerlo mucho antes y cuando llegamos al amanecer a la manada me siento liberado y feliz.

Buscamos a nuestra pequeña hija, y pasamos el resto de la semana juntos.

Estarán llegando algunas manadas así que decidimos rehabilitar la antigua Canaima, hay bastante por hacer, lo bueno es que monetaria mente tenemos los recursos y ahora contamos con la magia también, que ameniza el trabajo.

Estamos de visita en las ruinas de la antigua plaza, mientras todos trabajamos por la limpieza del lugar, Micaela está sentada viendo a la nada — ¿Estás bien? — su rostro luce un poco triste y el sentimiento lo puedo sentir dentro de mi. Lo que me alegra porque tenía mucho que no sentía la conexión, sin embargo su rostro baja los ánimos.

Gira a verme y suspira sin cambiar su expresión compungida — Vas a cuidar a Selene, ¿cierto?

El vacío en mi estómago repentino me hace tragar — ¿De que hablas? .

Niega y me abraza y yo la tomo de sus mejillas, sus ojos se vuelven acuosos y sus labios forman un puchero.

—¿Que ocurre Micaela?

Niega y entierra su cara mi pecho — Nada, cosas de humanos, supongo…

—No, no, no… dime qué es lo que sucede…

—Recuerdas…

—Hay que ver qué eres un malagradecido — el frío cala mis huesos y cierro mis ojos, me giro lentamente colocando a Micaela detrás de mi.

Las decisiones siempre nos persiguen para bien o para mal y mi peor error está frente a mi, con un arma y ya yo no soy inmortal.

💕🐺💕🐺💕🐺💕🐺💕🐺

Holis! Segundo cap del maratón, es un poco corto, pero ya voy a subir el otro jejeje! La verdad es que ya quiero subirles el final! Lo necesito!!! Jejeje

 

 

 

LYCANS (+18) Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora