❝gorgona❞|| kookv

capítulo treinta y cuatro

Jimin suspiró mientras se daba la vuelta para ver hacia donde se dirigía la atención de Taehyung. Sin sorpresa, estaba en Jungkook que estaba de pie en el jardín a unos pasos de distancia. "Deja de mirar", susurró Jimin, "la gente empezará a notarlo", añadió con otro suspiro.

"¿Notar qué?" Taehyung resopló. Dio otro sorbo a su copa de champán. "¿Que estoy mirando a mi esposo?", preguntó con un deje de diversión.

Jimin arqueó una ceja. "¿Ahora es tu esposo?", preguntó sorprendido. Sabía que Jungkook y Taehyung se iban acercando con el paso de las semanas. Se fue el verano y se instaló el otoño. Taehyung les sorprendió organizando una cena formal en los dominios de las Gorgonas. Jungkook invitó a socios de negocios. Taehyung permaneció a su lado. Jimin aún necesitaba tiempo para procesar los cambios. Se sentía surrealista.

"Lo es", respondió Taehyung con las mejillas encendidas. "Todavía tengo mis planes de independencia, pero creo que estoy listo para seguir adelante", añadió en un susurro. Poco después se excusó para reunirse con Jungkook. El alfa sonrió y rodeó la cintura de Taehyung con un brazo.

"¿Estás decepcionado?" Jimin giró la cabeza para encontrar a Yoongi de pie junto a él. "Los has estado mirando toda la noche", añadió el alfa antes de dar un sorbo a su propio vaso.

"Decepcionado no", negó Jimin con la cabeza. "Sólo sorprendido", admitió con franqueza. Miró a los invitados. Él tampoco esperaba encontrarse en semejante compañía. La vida era realmente inesperada. Hace una vida, le habían presentado como la ayuda, y ahora era un invitado. Agradeció la insistencia de Taehyung en hacerse amigos.

"¿Quieres bailar?" Yoongi entregó su vaso al camarero que pasaba. Ofreció su mano hacia Jimin, esperando una respuesta. El omega se sonrojó pero asintió. Su mano más pequeña se apoyó en la de Yoongi.

"Me temo que se me da fatal bailar", confesó Jimin cuando llegaron a la pista. Algunos invitados ya bailaban al ritmo de la música.

"Sígueme la corriente", sonrió Yoongi. Apoyó la mano en la cadera de Jimin. El omega se sonrojó por la repentina proximidad. "Recuerdo una pregunta que me hiciste hace algún tiempo", dijo el alfa mientras guiaba al nervioso omega. Jimin parecía aferrarse a él para salvar su vida. A Yoongi le hizo gracia. "En aquel momento, recuerdo que me confesaste tu afecto", añadió encontrándose con los ojos muy abiertos de Jimin. "Y yo lo rechacé. Me preguntaste si era porque eras un sirviente. Te respondí que no tenía nada que ver. ¿Te acuerdas?", preguntó. Jimin sólo asintió. Su corazón dio un vuelco. "Realmente no tenía nada que ver. Mi vida entonces era ajetreada. Ahora, no lo es".

"¿Qué debo comprender de lo que dices?" Jimin preguntó deteniendo el baile. Se pararon en medio de la pista de baile. No le importaban las miradas fijas o curiosas.

"Que ahora mi vida está en mejores condiciones", susurró Yoongi. Vio por el rabillo del ojo que Jungkook y Taehyung hablaban con algunos invitados. "Me ocupé de los problemas que tenía entonces. Si tu afecto sigue..."

"Lo está", Jimin se sonrojó mientras se miraba los pies. "Sigue ahí", susurró tímidamente.

"¿Me dejarías cortejarte?" Preguntó Yoongi llevando la mano temblorosa de Jimin a sus labios. "Deseo hacerlo como es debido. Te mereces el mundo, y es lo que estoy dispuesto a ofrecerte", confesó. La comprensión tardó en iluminar su mente. Pero, cuando lo hizo, se quedó allí y le atormentó. Yoongi seguía sintiendo un profundo afecto por Taehyung, pero sospechaba que no era más que amistad después de su primer y último beso. En cambio, su corazón empezó a abrirse a Jimin; a Jimin que parecía estar siempre cerca; a Jimin que cuidaba espléndidamente de su hijo.

"Acepto", sonrió Jimin mientras levantaba la vista para encontrarse con la mirada de Yoongi. "Alfa", exhaló como un susurro, que el viento se llevó rápidamente.

Yoongi nunca fue un verdadero creyente de las supersticiones, especialmente de la Gorgona que supuestamente velaba por su familia. Sin embargo, aquella noche quiso creer. Podría jurar que oyó un siseo complacido en el viento.