❝gorgona❞|| kookv

capítulo treinta y uno

El celo de Taehyung llegó inesperadamente. La fiebre lo tomó por sorpresa con un agarre despiadado. Sus celos nunca fueron dolorosos ni incapacitantes. Pero, era la segunda vez que lo dejaba postrado en cama. Culpó a los recientes giros de su vida. Habían pasado demasiadas cosas en tan poco tiempo. Además, sospechaba que la estancia en la cabaña no ayudaba al asunto. Estar atrapado en un espacio pequeño con Jungkook hizo que sus hormonas fueran un desastre. El olor de Jungkook era demasiado potente, peor que el de Yoongi.

"He oído que estabas enfermo", Jungkook se dejó caer en la habitación. Sin sorpresa, encontró a Taehyung en la cama en un nido de mantas y almohadas. "Pensé que disfrutarías de un poco de compañía y distracción", añadió con cuidado.

"Es sólo mi celo", respondió Taehyung con sinceridad. Era inútil mentir. Su olor saturó la habitación. Afectó a Jungkook a juzgar por sus mejillas sonrosadas. "No tienes por qué quedarte. No quiero que te sientas incómodo", añadió suavemente. Sintió que le ardía la piel. Se le retorcieron las tripas. Su intimidad exigía placeres prohibidos.

"Tonterías", sonrió Jungkook, "tengo algo planeado si te apetece", añadió con un deje de picardía. Taehyung asintió incorporándose. Jadeó y protestó cuando Jungkook lo llevó a su propio dormitorio. La cama ya estaba hecha un cómodo nido. Taehyung no sabía cómo sentirse. Jungkook lo acomodó allí, rodeado de sus olores combinados. Taehyung se relajó en el mullido colchón. Admitió, sólo para sí mismo, que el aroma de Jungkook apaciguaba su fiebre.

"Estaba pensando en ver una película juntos", dijo Jungkook encendiendo la gran pantalla del televisor. Su tono y su actitud eran menos formales desde su estancia en la cabaña. Taehyung lo agradeció. El protocolo era agotador, sobre todo en momentos como aquel. "¿Qué quieres ver?" preguntó Jungkook girándose para mirar a Taehyung.

"Algo romántico", pidió Taehyung. Acomodó la cama a su gusto. Jungkook se acomodó a su lado una vez se hubo puesto ropa cómoda. "Lo siento si me quedo dormido", dijo el omega con un bostezo. Su cuerpo se puso flácido. La colonia y la fragancia natural de Jungkook calmaron su dolor. Se encontró medio tumbado sobre el alfa mientras el tiempo pasaba. No durmió, ni tampoco Jungkook. Vieron la película hasta el final. Taehyung soltó una risita ante los comentarios de Jungkook. Apoyó la cabeza en el pecho del alfa y escuchó su voz profunda. Las vibraciones lo tranquilizaron. Fue un momento robado que disfrutó.

"¿Te sientes mejor?" preguntó Jungkook. Acarició inconscientemente la espalda de Taehyung. Los créditos pasaron con una música suave. Taehyung se estiró y asintió. "¿Necesitas ayuda? Ya te he ayudado antes con el celo. Todavía puedo ayudarte con las mismas condiciones, si quieres", ofreció con cautela. El recuerdo acudió a su mente con vívidos detalles. Su entrepierna se agitó. El aroma de Taehyung era abrumador.

"No", Taehyung negó con la cabeza. Acurrucó la almohada y apretó otra contra su pecho. "Sólo necesito una siesta", bostezó. "¿Puedo quedarme aquí?", preguntó abriendo los ojos para mirar a Jungkook. Se preguntó cómo reaccionaría el alfa ante el rechazo y semejante demanda. Al fin y al cabo, Taehyung se había apoderado de su habitación.

"Sí, claro", sorprendió Jungkook a Taehyung con una sonrisa brillante y un tacto suave. "Llámame si necesitas algo", añadió antes de salir de la habitación. La puerta se cerró en silencio tras él. Taehyung se quedó mirándola un momento. Se preguntó qué hacer con todo aquello. El sueño no le dio tiempo a pensar demasiado. Se impuso con facilidad.