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Jungkook tenía grabado el nombre de Taehyung en la mente. Estaba tatuado en su piel, junto con las caricias que alguna vez le dio. 

Cuando recibió un celular nuevo aún en la cama del hospital, buscó en todos lados, pero no encontró nada. No había forma de contactar con Jimin, con Mina, con Jinyoung o con Taehyung. Jungkook no encontró a nadie, aún cuando le rogó al cielo que así fuera. No recordó el número de Jimin, ni el de Taehyung. No recordó el nombre de las otras personas que los habían ayudado en twitter, ni la escuela en la que se supone que Taehyung había estudiado.

Preguntó por Yoongi un par de veces y la respuesta siempre fue la misma: "Tú sabes lo que pasó con él"

Pero él no sabía. Ya no sabía nada. No sabía si le dirían que él lo había encontrado, que Jimin había ido tras de él, que su auto había explotado. Los mensajes con la dirección estaba ahí, pero no había mención de Taehyung. ¿Entonces Yoongi no amó a Taehyung? se preguntó un día en la madrugada, pero de ser así, ¿por qué aún recuerda haber bailado la canción favorita de Taehyung con él?

Hoseok le dijo lo que suponía que iba a escuchar. Que Jungkook lo encontró muerto, que llamó a la policía, y que él pasó a recogerlo. Lo llevó a casa y días después Jungkook hizo un viaje a Seúl con sus abuelos. 

Dejó de contestar las llamadas de Hoseok después de eso; no iba a creer en un cobarde.

Nadie sabía de Juss tampoco. Ni las redes sociales, ni Hoseok, ni la policía a la que había llamado un día desesperado.

Después investigó a Kim Namjoon y todo eran artículos políticos sobre sus aportaciones en la economía de su familia. Familia que, en realidad, eran sólo él y su padre. Jimin había mencionado una hermana, pero no encontró nada de ella. Y de la madre, sólo un par de fotos posando con su padre.

Comenzó a soñar con Taehyung después de una semana en el hospital. Con lo que fueron, con lo que le decía y le prometía. Se aferró a que era real porque los sueños no se sentían como los recuerdos vívidos que aún estaban en su mente. Era simplemente imposible que nada hubiera sido real; que el Taehyung que quiso no fuera real.

Intentaron contactar al supuesto chofer, pero no lo encontraron. Jungkook sabía que no lo encontrarían; sabía que no era real, pero con el pasar de los días, deseaba poder volver a ver a Taehyung en la forma que sea. Así sea mojado, borroso a través de una pantalla, o siendo un desconocido chófer que lo llevó al mar. Mar donde estuvieron juntos una vez. Donde le prometió no dejarlo solo.

Un día, en un ataque de pánico, le inyectaron Midazolam. Siguió forzando a que lo soltaran hasta que el sedante hizo efecto y comenzó a delirar con las luces de la habitación. Juró ver a Taehyung entre ellas, y si hubiera estado un poco más lúcido, le había gritado y habría llorado por él.  Cuando durmió, soñó con su rostro a través del agua. Él no soñaba antes, y hacerlo ahora con Taehyung era increíblemente abrumador. Siempre despertaba llorando.

Otro día, mientras fingía dormir, escuchó una conversación que su madre estaba teniendo por llamada. Ella lloraba mientras hablaba sobre algo de abandono y un centro psiquiátrico. Jungkook no podía oír muy bien, pero entendió lo que su madre quería decir, así que, después de eso, no volvió a hablar sobre lo que le recordaba.

Eso no evitó que dejara de creer y de buscar a Taehyung. Las veces se quedaba solo, aún le hablaba por si es que no quería que los demás lo vieran. Nunca contestaba. No caricias, ni agua,  ni sentimientos. La habitación del hospital era demasiado blanca, y Jungkook deseaba mojarla.

Cuando le dieron el alta, tres semanas después de despertar, fue con su madre hacia su departamento. Al principio estaba reacio a entrar; temía que algo le pasara. Ella aseguró que no había nada ahí, que estaba limpio, como él siempre lo tenía, y que estarían bien. 

Forget | Taekook AUDove le storie prendono vita. Scoprilo ora