26 Enid y Merlina

958 115 21
                                    

Enid Sinclair

—Maldita sea Alastor, ¿Cuánto te falta para llegar?— Salí de la habitación rumbo a las duchas de hombres, las malditas pastillas me estaban dando unas arcadas terribles y con esfuerzo logre controlar a mi bestia para que se dejase poner el maldito collar. La llamada por teléfono con Alastor era realmente complicada de escuchar porque el chico seguía corriendo y su respiración agitada apenas dejaba espacio para que sus palabras salieran.

Eran las cinco cuando le llame, los padres habían sido citados a las diez de la mañana, así que teníamos menos de cuatro horas para que llegara, —No se...creo que estoy a unas 10 horas todavía... apenas llegue a Ohio.— gruñí y le lance el teléfono a Félix que salía de la ducha con una toalla en su cintura y me miraba entre confundido y sorprendido. —Espero el idiota no se salga del camino que le señale, tu intenta distraer a madre si tardamos.— balbuceo palabras mientras me seguía a paso rápido. —¿Qué vas hacer?—

—Iré por tu hermano. Espérame en el taller de Xavier con un cambio de ropa para mí y para él.— el pregunto algo más pero yo solo lo ignore y empecé a correr a la salida, mi pecho empezó arder y la respiración se hacía errática, sentí como mis piernas dolían pero seguí corriendo como si mi vida dependiera de ello. A este paso no iba a llegar a tiempo, tuve un pequeño monologo interno y cuando recibí una buena reacción me quite el collar mientras empezaba a sentir como mi cuerpo se hacía más grande, mi hocico se alargaba y el pelo empezaba a salir, lance el collar al aire y en un salto lo atrape con mis dientes con cuidado.

Al aterrizar pude sentir con claridad como mis patas se enterraban en la tierra y las traseras levantaban tierra mientras me impulsaba lo más rápido que podía para encontrarme con Alastor. La velocidad fue considerablemente más de cómo había empezado, me sentía con ganas de cazar algún gran animal para llevarlo a Merlina pero me tuve que concentrar en mantener el sendero para encontrarme con Alastor.

Él debió estar pasando de Ohio ahora, seguí acelerando tanto como podía, a diferencia de mis antiguas trasformaciones mitad mujer y mitad lobo, en esta ocasión solo me sentía como un lobo, un lobo enorme en realidad. El rastro del aroma de Alastor era ligero, sin duda había pasado por aquí hace horas.

No recuerdo mucho de las clases de criaturas y monstruos durante los últimos años, pero nos compararon con los lobos comunes, en cuanto a su peso y altura depende su velocidad. El lobo más grande del que se tiene conocimiento pesaba hasta 77 kg sin embargo no se sabe su posible altura. De los que si tenemos registros son 64 kg con una altura de 90 cm que podían correr hasta 50 km/h, en millas vendrían siendo como 31.

Pero claro está que nosotros poseemos más resistencia. Y yo, estoy segura que poseo mucha más.

No me puedo ver eso está claro, pero sé que estoy pesada y mi altura se siente enorme, un aproximado podría ser unos 75 u 80 kg; teniendo en cuenta esos registros y conocimiento por parte de años de estudio sola en la biblioteca del clan, puedo suponer que mi altura podría ser casi 1.35 cm, si intento hacer una correlación con mi peso aproximado y la velocidad que gano a cada hora, creo que mi velocidad puede terminar siendo como 38 millas por hora que son un poco más de 61 km.

La distancia de Vermont a Ohio es de 709 millas en un tiempo de 11 horas con 49 minutos. Gruñí mientras aceleraba, si Alastor lo logro yo también lo haré y en menos tiempo, tengo menos de cuatro horas y debo de aprovechar cada maldito minuto. Los lobos no son tan puntuales, eso me da una hora más aproximadamente, si la directora se tarda unos 30 o 40 minutos hablando antes de que madre la interrumpa para saber nuestro paradero tendré unos cuantos minutos más antes de que empiece a buscar por todos lados nuestro rastro y termine descubriendo a Félix y este se quiebre por la presión de madre.

Ligadas Por La Sangre Y La LunaWhere stories live. Discover now