-¿El que necesita ayuda ahora es Reiner?-pregunto atónito Connie

-¿Qué hace Zeke aquí?-preguntó Jean al aire

-El grito-musité sin aliento, sintiéndome desmotivada porque sabía lo que sucedería si ese monstruo gritaba.

Todos aquellos que bebieron del vino serian convertidos contra su voluntad en titanes. Desgraciadamente Pixis, al igual que muchos otros, bebieron aquel vino infernal y sentenciaron sus destinos de un amanera injusta y cruel. Sabía que no había nada que pudiéramos hacer para impedirlo.

-El capitán Levi no lo dejaría vivo-agregó el castaño

-¿Creen que Zeke haya...?-dejé la pregunta incompleta, intentando no pensar de forma negativa.

-¡¿Qué les pasó al capitán y a Hange?!-exigió saber Jean, gritándole a Yelena, quien parecía totalmente tranquila ante todo.

-Imagino que Zeke los derrotó-contestó sin inmutarse la de cabellera rubia. Nos miró por encima de su hombro- Llegó al lugar acordado a la hora acordada.

-No puede ser- masculló Connie al borde de un colapso.

-Por desgracia, es la realidad-añadió Armin, llamando la atención de todos nosotros

-¿Qué dices, Armin?-dije sin entender porque hablaba tan de repente-Zeke y Eren intentan salvar al mundo. Unámonos a la facción Jeager y hagamos que se encuentren.

Yelena se volteó para quedar justo detrás del rubio. Su rostro se deformó en una horrible mueca que iba dirigida en especial a Armin. Miramos horrorizados a la rubia, quien después de unos segundos, sonrió.

-Ayuda a Eren y a Zeke-pidió-Confió en ti-agregó aun con esa encantadora sonrisa que a kilómetros se notaba que era fingida.

-Andando-intervine en el incómodo momento.

Salimos disparados de ahí, antes que algún elemento enemigo nos viera y disparara contra nosotros porque había soldados del otro bando, todos escondidos detrás de las chimeneas, preparándose para eliminar a cualquiera que se cruzara en su camino.

-¡Cuidado!-grité cuando uno de ellos apunto directo a Mikasa. La empujé y antes que la bala saliera disparada del cañón, yo apunté y apreté del gatillo, acabando al instante con su vida.

La azabache me dedicó una mirada de agradecimiento, la cual correspondí con un leve asentimiento de cabeza.

Nos dirigimos a la azotea de un edificio alto.

Siempre me pregunté si todos nosotros iremos al infierno al morir, pero tras ver el panorama, me convencí de que ya estábamos en él.

Había cadáveres tendidos en los techos de las casas, eran hombres del ejército de Marley también de las tropas de Paradis. La sangre salpicaba los cristales y ventanas de las casas.

Justo como en el sueño que tuve hace tiempo.

Pronto, el ejército enemigo se adueñó del lugar, disparando contra nosotros sin piedad. Nos cubrimos detrás de un techo que se caía poco a poco.

-Son demasiados. No podremos acercarnos a Eren-exclamó Jean con angustia.

Me cubrí la cabeza, intentando no caer en una crisis nerviosa gracia a la presión.

-¡Oye, TN!-la voz de Connie me regresó a la realidad-¡¿Estas bien?!-tomó mi cabeza entre mis manos y mis ojos desorbitados hicieron contacto con los suyos.

-¿Por qué lo preguntas?-hice una mueca confusa, respirando con dificultad

Sus ojos bajaron unos centímetros, deteniéndose en mi hombro izquierdo. Seguí su mirada y noté como una mancha de sangre se extendía en mi camisa blanca.

𝕿𝖗𝖆𝖎𝖉𝖔𝖗𝖆 ᵖᵒʳᶜᵒ ᵍᵃˡˡⁱᵃʳᵈ ʸ ᵗⁿWhere stories live. Discover now