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-¿Cómo fue mamá?

-Bueno...-la anciana de 75 años de edad e sonrió a la pequeña TN de 8 años- Ella fue una mujer muy hermosa. Sus ojos eran tan azules como el mar, grandes, muy grandes y redondos. Su cabello era castaño y largo.- la señora sonrió al recordar el rostro sonriente de la progenitora de la niña- Tienes sus ojos, mi pequeña TN- con cariño acarició la mejilla de la pequeña peli-negra.

-¿Y papá?

-Tu padre era un gran hombre. Era muy diferente a cualquier habitante de aqui, mi niña- sonrió nostálgica- De cabello negro, como el carbón, su mirada era ligera pero trasmitía mucho. Amaba el mar como no tienes idea...

-¿El mar?

-Sí, era la cosa que más amaba, antes de que nacieras, quería navegar y descubrir nuevas tierras. Pero tiempo después descubrir algo mejor, algo más preciado y hermoso que el mismo mar...

-¿Qué era? ¿Chocolate? ¿Joyas?-interrogó curiosa

-Tu, mi niña. Tú eras la cosa más preciada para él. Cuando te sostuvo en sus brazos sus ojos brillaron como las estrellas-narró mientras acariciaba el cabello negro de la niña

-¿Volverán?- se atrevió a preguntar mirando con sus grandes ojos azules a la anciana, con una ligera esperanza en ellos.

La anciana suspiró y se limitó a sonreír a medias.

-Ellos están contigo. Justo aquí-señaló su pecho a la altura de su corazón

La pequeña peli-negra sonrió y la anciana le devolvió el gesto.

-Cuando tengas la edad suficiente te daré algo que te dejaron...

-¿Qué es, nana Elia?

-Lo sabrás muy pronto

-¿Dónde está?

-Bueno... ¿ves aquel cofre de madera?-señaló una repisa sostenida a la pared- Dentro de ese cofre hay algo que ellos dejaron para ti. Pero no puedo dártelo ahora, eres muy pequeña para entenderlo...

-¡Ya quiero crecer!

-Con el tiempo lo harás, pequeña. Ahora a dormir, que ya es tarde

-Sí, nana Elia-obedeció la pequeña yéndose a su habitación- ¡Buenas noches!

-Duerme bien, pequeña. Nos veremos...mañana

-Te quiero nana- la pequeña regresó y abrazó a la anciana, siendo correspondida al instante- ¡Adiós!

Elia sonrió con ternura al ver como la pequeña corría hacia su habitación, jalando su conejo de peluche consigo.

Elia sonrió con ternura al ver como la pequeña corría hacia su habitación, jalando su conejo de peluche consigo

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Un poco del pasado de TN, espero que les guste :3

𝕿𝖗𝖆𝖎𝖉𝖔𝖗𝖆 ᵖᵒʳᶜᵒ ᵍᵃˡˡⁱᵃʳᵈ ʸ ᵗⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora