NOCTURNO [PAUSADA]

Capítulo 3

«todos guardan algún secreto que no quieren que se revele...sus razones tendrán ¿no?»

Annieh despertó con una extraña sensación en el cuerpo... Un escalofrío la recorría de la cabeza a los pies... Pero no era eso lo que la había hecho abrir los ojos. Cuando lo hizo, miró a su derecha, y ahí estaba él. Estaba sentado contra la pared... Mirándola... Se sentía rara e incómoda, ya que le daba la sensación de que había estado así mucho tiempo... ¿de verdad me había estado mirando mientras dormía? ¿Quien hace eso?...
Intentando ignorar esa sensación de incomodidad, se sentó en la cama mirando a su alrededor, buscando ese agudo ruido que la había despertado.

-¿Oyes eso? -Dijo levantando el índice.

-¿Hablas de lo que parece el llanto de un bebé? -Preguntó tranquilamente. Sin interés.

-¿La señora Suunda vive con un bebé?

-Te dije que todo esto era muy extraño. Y que era sospechoso que una señora mayor viviera sola en medio de la nada. -Dijo el, levantándose. -Pero es aún mas sospechoso que viva con un bebé.

Annieh Escuchó atentamente el llanto y luego negó con la cabeza mientras se ponía en pié.

-Ese niño llora mucho. Deberíamos ir a ver.

-¿Deberíamos? -Dijo Kyung con cara de "no me gusta nada esto" -¿por que hablas en plural?

Annieh lo miró con severidad.

-La señora Suunda no a ayudado, y nos a dado un lugar donde pasar la noche. -Annieh comenzó a mover el dedo índice como si le estuviera dando una lección a un niño pequeño -Debemos devolverle el favor.

Kyung se puso las manos detrás de la cabeza, cerró los ojos y se recostó a la pared, dejando claro que no se movería de ahí.

-no pienso hacer de niñera.

La pelinegra lo miró molesta y sin más, se levantó.

-Okey, entonces lo haré yo sola -luego de decir esto, salió de la habitación. Kyung abrió uno de sus ojos y la miró de reojo, para luego soltar un suspiro de cansancio.

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La muchacha caminaba por los pasillos de la cabaña, que de repente eran más largos y oscuros que cuando se habían ido a dormir. Miraba a su alrededor temblorosa. No recordaba que ese lugar diera tanto miedo hacia unas horas.

Aún pensando en que debía ayudar a la señora Suunda, a Annieh le era imposible ignorar el escalofrío que le daba el solo estar en ese lugar. Kyung tenía razón en ser desconfiado, pero ella era una persona que le gustaba ayudar a otros, sin importar qué.

Escuchando atentamente el llanto, llegó frente a una puerta de madera, muy vieja, deteriorada, y con algunas letras y números escritos con pintura roja que formaban la abreviatura : PF#6

¿Que significaba eso?. Annieh no lo sabía, pero tampoco era de su importancia en ese momento.

Aún con manos temblorosas, Annieh se acercó más a la puerta, tragó saliva, y dio unos pequeños golpes con sus nudillos en ella. Nadie contestó por algunos segundos, hasta que, finalmente, una voz que Annieh supuso que era de Suunda, se Escuchó al otro lado de la puerta.