Capítulo 8 - Solo es confusión

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Perdón por la tardanza, estoy bastante liada con los estudios ahora mismo :(

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Acababa de llegar con algo de margen al aeropuerto. Había estado siguiendo el vuelo de Cris mediante el enlace que me había enviado por mensaje y, nada más terminar de comer, salí pitando sin dar ninguna explicación hacia el coche porque no quería que se me hiciera tarde. No podía ni imaginar la cara que pondrá Ellie en cuanto vea aparecer a su amiga por la puerta del piso.

Mientras caminaba, me fijé en los distintos carteles buscando el que se correspondía con la puerta de llegada del vuelo procedente de Brisbane. Nunca me había movido sola por aquí y jamás me había dado cuenta de lo enorme y lioso que podía ser todo. Finalmente, llegué a una zona bastante concurrida del aeropuerto. Decenas de personas estaban repartidas entre las pocas sillas que había, o de pie, incluso vi a un par de hombres con un cartel en la mano donde estaba escrito el nombre de una persona. Pensaba que esas cosas solo pasaban en las películas.

No le quedaba mucho al avión para que aterrizara, así que busqué un asiento libre y me senté en él a esperar. Ahí fue cuando pude ver los mensajes que me había enviado Ally hace un rato preguntando dónde me había ido, aunque no me esmeré mucho en la respuesta que le di.

Abrí una vez más el mapita que indicaba el recorrido del avión para ver que acababan de pisar tierra. Fue entonces cuando muchísimas de las personas comenzaron a avanzar para acercarse a la puerta por donde saldrían los pasajeros, creando una especie de barrera que no dejaba ver nada al otro lado. Yo decidí no moverme de mi lugar. Había estado mirando las fotos que Cris tenía publicadas en su perfil de Instagram y no ceo que se me haga muy difícil reconocerla desde aquí.

Se empezó a ver más movimiento y las primeras personas portando maletas aparecieron. Vi a una familia compuesta por una madre y una niña de no más de seis años recibir con las lágrimas a punto de brotar de sus ojos a un hombre que acababa de bajar del avión. También había otras personas que salían corriendo lo más rápido que podían para pillar un taxi y otras personas que se notaba que habían pasado la mayor parte del viaje durmiendo y les costaba mantenerse despiertos.

Una maleta rosa de un tamaño descomunal se llevó toda mi atención, y más cuando reconocí a la chica que la arrastraba. Tenía un pelo larguísimo a la altura de su cintura de un tono chocolate oscuro, aunque se le notaban algunos reflejos más claros en algunas zonas. Su piel estaba perfectamente bronceada y no podía explicar cómo estaba llevando sin ningún esfuerzo una maleta que casi era el doble que ella.

Sus ojos buscaban exhaustivamente entre las caras de la gran cantidad de gente que había alrededor, así que me levanté y me acerqué para recibir a Cris. No tardó en encontrarme. Sus ojos se abrieron al igual que su boca antes de correr para acortar el poco camino que tenía para llegar a mí.

—¡No me lo puedo creer! —chilló—. ¡Eres muchísimo más guapa en persona!

—Eh... gracias, supongo.

—¿Te puedo abrazar?

—Claro.

Con la fuerza que demostró tener en el abrazo había resuelto todas mis dudas sobre su capacidad de arrastrar esa maleta.

Le indiqué la dirección de la zona del aparcamiento donde tenía el coche, metimos su equipaje en el maletero y nos subimos en nuestros respectivos asientos para ir al apartamento.

—Muchísimas gracias por recogerme, por cierto.

—No ha sido nada.

—No le has dicho nada a Ellie, ¿no?

InmarescibleWhere stories live. Discover now