Dame una Razón (camren)

Capítulo 43

A la mañana siguiente, las mujeres regresaron a Stirling, y mientras Clara fue en busca de calcetines y soportes navideños, Camila y Lauren visitaron algunas de las tiendas más pequeñas para hacer algunas compras de última hora.

Después de pagar su compra de dos medias navideñas personalizadas, Clara salió de la tienda y abrió su móvil, pero antes de que pudiera presionar el botón de marcación rápida, escuchó que alguien la llamaba por su nombre. Dándose la vuelta, observó a la multitud y luego vio a Nancy y Peggy caminando hacia ella.

"Me alegro de encontrarte aquí", dijo Clara mientras se acercaban.

"De todas las personas, Clara, habría pensado que habrías terminado con tus compras hace meses", dijo Nancy, inclinándose para darle un rápido beso en la mejilla.

"Pensé que sí, pero olvidé algunas cosas", dijo Clara, sosteniendo la bolsa en su mano. Mirando a su sobrina, la sonrisa de Clara se hizo más grande al ver el vientre muy hinchado de la mujer. "Hola, Peggy", dijo ella, abrazándola. "¡No puedo creer que aún te queden cuatro semanas!"

"Yo tampoco", gimió en tono de broma la joven, frotándose su enorme pancita.

"Clara, solo íbamos por unos snaks para comer. ¿Estás interesada?" preguntó Nancy, cambiando una de sus muchas bolsas a la otra mano.

"En realidad, me muero de hambre. Déjame llamar a Lauren para ver si le gustaría unirse a nosotras".

"¿Lauren? ¡Lauren ya está aquí!" Nancy espetó. "Bueno, eso sí me sorprende. Siempre parece estar muy ocupada, pero supongo que cuando no tienes un esposo e hijos para cuidar del mundo es tu ostra, como dicen".

Tomando una respiración profunda, Clara la contuvo hasta que sofocó cada comentario cortante que le vino a la mente. Afortunadamente, murieron antes que ella. Obligándose a que apareciera una sonrisa, dijo: "Sí, supongo, pero Lauren decidió pasar unas semanas aquí este año. De hecho, llegó la otra noche con su pareja".

"¡Su pareja!" dijo Nancy, dando medio paso hacia atrás. "¡Oh, eso es maravilloso, Clara! Tal vez esto signifique que finalmente tendrás todos esos nietos que siempre has querido".

Acostumbrada a la mente unidireccional de Nancy, Clara miró a Peggy, quien a su vez simplemente negó con la cabeza, disculpándose en silencio por el comentario simplista de su madre. Volviéndose hacia Nancy, los ojos de Clara brillaron con picardía. "Déjame Llamarla, ¿de acuerdo? Estoy segura de que Lauren no puede esperar a que se conozcan".

***

De pie a poca distancia de la entrada del pub, Lauren miró a la mujer que estaba a su lado. "¿Estás lista para esto?"

"Déjame tomar otro cigarro—"

"¡Ya tuviste dos!"

Frunciendo el ceño, Camila guardó el paquete de cigarros. "Lo siento, solo yo siendo yo... otra vez".

"Mira, puedo devolverle la llamada a mamá. Solo porque dijimos que sí, no significa que no podamos cambiar de opinión", dijo Lauren, tocando a Camila en la manga. "Puedes conocerlas otro día".

"Eso es solo posponer lo inevitable, ¿no?"

"Sí, pero si necesitas unos días más—"

"Supongo que los años no son una opción, ¿eh?"

Tomando la mano de Camila, Lauren le dio un apretón. "Me temo que no, cariño, pero si quieres saltarte el almuerzo con ellas, eso es todo lo que puedo hacer".

Lauren siempre estaba haciendo algo por Camila. Siempre esperando, siempre ayudando, nunca empujando y nunca anteponiendo sus deseos a los de Camila, pero Lauren también tenía deseos. Tenía una familia dentro del pub esperándola. Con muchas ganas de verla, de charlar y reír, pero de nuevo, estaba dispuesta a marcharse y Camila sólo tenía que pedirlo. Cuando Camila miró a Lauren, todo lo que Ally le había enseñado desapareció. "¿Me amas?"