Capítulo 14

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"¿Qué quieres decir con que ella no está aquí?"

"Necesitaba dejarle algo a una de mis alumnas que va a las siete de Camila. Entré y encontré una habitación llena de estudiantes, pero ningún maestro. Supuse que ustedes dos estaban llegando tarde, pero fui a chequearla a las ocho y no está allí. Ella todavía se queda contigo, ¿no?" preguntó Susana.

"Sí, pero cuando me levanté esta mañana, ya se había ido. Simplemente asumí que vino a trabajar".

"Bueno, no es de las que deambulan por los pasillos, y revisé el estacionamiento. Su Jeep no está ahí fuera".

"Mierda".

"¿Puedes llamarla?"

"No tiene celular y se niega a atender el teléfono de mi casa", dijo Lauren, arrojando su lapicero sobre su escritorio. "Susan, hazme un favor. Sube y dile a las mujeres que las clases de Camila están canceladas por hoy. ¿Okey?"

"Claro, pero ¿qué vas a hacer?"

"Primero, voy a llamar a casa y dejar un mensaje muy fuerte diciéndole que me llame, y después de eso, ¡no tengo ni idea!"

***

Cerrando la puerta principal, Lauren entró a zancadas a través de su casa. Momentos antes, cuando conducía por su calle y vio el Jeep de Camila, se sintió aliviada, pero cuando Lauren llegó al camino de entrada, estaba furiosa. Se había pasado todo el día al teléfono, llamando a hospitales y albergues en busca de Camila, y cada hora que pasaba la preocupación de Lauren crecía. Pensamientos de accidentes y suicidio corrieron por su mente, y más de una vez las lágrimas rodaron por su rostro cuando su imaginación se salió de control. Habiéndose quedado sin números para llamar e incapaz de concentrarse en el trabajo, a las tres y media, Lauren llenó su maletín y salió del edificio.

Al encontrar vacíos el salón y la cocina, Lauren se dirigió al dormitorio de Camila y golpeó con fuerza la madera. Unos segundos después, Camila abrió un poco la puerta y Lauren estalló. "¿Dónde demonios has estado?"

"¿Qué?"

"Camila, ¿dónde diablos has estado todo el día?" Laura gritó. "¿Tienes alguna idea de lo que he estado pasando? ¡Llamé a todos los hospitales de Londres buscándote!"

"Lo siento-"

"¡Lo siento, no es suficiente, Camila!" Lauren dijo. "En primer lugar, eres una de mis maestros y tienes una responsabilidad con Calloway, que incluye llamar si no vas a estar allí". Mirando a la mujer, Lauren estaba a punto de pronunciar su segundo argumento cuando se dio cuenta de que la cara de Camila se había vuelto pálida. Dejando escapar un suspiro largo y audible, Lauren dijo: "Mira, lo siento. No quise gritar, pero realmente me asustaste hoy".

"No fue mi intención", dijo Camila en voz baja. "Yo... simplemente no estoy acostumbrada a tener que responderle a alguien".

"No es necesario que me respondas, Camila, pero la próxima vez que decidas desaparecer por el día, al menos debes llamar al trabajo. ¿Okey?"

"No desaparecí. Regresé a mi piso".

"¿Tu apartamento? Oh, Camila, le pedí a Charlie que arreglara la cerradura, pero es solo temporal. No puedes quedarte allí".

"Lo sé. Solo fui a buscar mis libros. Necesitaba mis libros".

Mirando a través de la puerta abierta, Lauren vio una pila de libros de bolsillo desgastados en la mesita de noche con algunos más tirados en el suelo.

"¿Los conseguiste todos?"

"No, solo agarré unos pocos. No me gustó estar allí. No se sentía seguro".

Dame una Razón (camren)Where stories live. Discover now