Capítulo 8

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Aveces no vemos el daño que puede causar unas simples palabras

Lluvia Evans.

No mucho ya que de golpe los vuelvo a abrir y emito un grito mañanero , intento apartarme pero en mi intento , mis pies se enredan con la cobija y caigo al suelo con ella.

Mi vida va de mal en peor.

—¿Siempre te levantas gritando?— me dice divertido aun recostado de lado. Levantó mi cabeza y dejó a la vista solamentente mis ojos , coloco mis manos en el borde de la cama y Axel esta sonriéndome de lado , me percato que la cama esta dividida por la mitad con almohadas .

El Demonio de Tasmania ve que mi mirada va directo a las almohadas y me dice:

__ Sabía que me ibas a matar si compartimos la misma cama...ya sabes no te podrías resistir a mi.

—¿Qué hora es?—pregunto llevando una mano a mi cabeza .

Aun recostado de lado, tomo su móvil de mi mesita de noche y achino un poco los ojos por la luz de el aparato.

—Son las seis  de la mañana.  Vuélvete a dormir—dejo el móvil en su lugar mientras abraza una almohada a su pecho y cerraba  los ojos.

—Mis amigas...lo último que recuerdo es que estábamos en el Instituto haciendo un ritual y...¡la cosa!

—Esta lista para ti—murmura aún dormido , mi cuerpo se acalora y creo que el se da cuenta ya que sonríe a pesar de tener los ojos cerrados.

Calor . Calor y ...mucho calor.

—Voy a tomar un baño—digo levantándome del suelo y llendo hacia mi armario para sacar una toalla y mi pijama.

Algo tonto ya que ya  esta amaneciendo, pero era una pijama nueva y quería ponérmela—abrí el cajón pequeño y en un pestañeo saque mi ropa interior y un sujetador— Tape mi ropa con mi toalla y voltee para irme hacia el baño.

Axel ya se había levantado de la cama .Pone sus brazos atrás de su nuca y me percato que lleva un tatuaje en el hombro izquierdo.  Era la imagen de una mariposa y unas rosas . Además de que sus brazos eran anchos y musculosos.

—¿ Deseas que te acompañe?

—Pudrete—respondi y  me adentre al baño, poniendo seguro y colgando mi ropa en el ganchillo. 

Me quite la ropa y me adentre al agua helada de la mañana.  Pero ni con eso dejaba de estar rojo mi cara. Aggg odiaba que el sea capaz de crear este sentimiento en mi . Lo odiaba. Después de diez minutos bañandome , cinco  cambiandome y media hora reflexionando si debía abrir esa puerta __ y de que Axel me preguntara si me había pasado por el inodoro__ . Salí del baño para encontrarme al chico mirando televisión hechado y con un brazo atras de su nuca ,al mismo tiempo que tenía el control remoto en la mano y cambiaba a cada rato de mal humor.

—¿ En serio solo tienes dos canales?—giro a verme y me sonroje aún más.

Camine frente a el para ir hacia mi cómoda y tomar un cepillo y peinar mi cabello.

—Gracias por restregarme en la cara mi pobreza.

El se río.

Empeze a peinarme de mal humor ya que mi cabello siempre estaba enredado—literal cualquiera lo podría confundir con un nido de pájaros—y lo peor es que el Demonio de Tasmania me había visto así ¡Que vergüenza!.

Por el espejo de mi armario vi que me estaba mirando  ¡Deja de mirarme! Se levanto y se sentó en el pie de la cama.

—Ven acá—espeta en una orden dando palmaditas al colchón para que me siente a su lado.

¿Por qué no me amas? FinalizadaWhere stories live. Discover now