Estaba a punto de hacer el inventario de todas las bebidas que tenía hasta que escuchó el ruido de la campanita, acomodándose el bigote para voltear, sabía perfectamente quién era.
— ¿Lo de siempre, Thompson?
Ya tenían una relación amistosa cercana como para llamarlo así sin que amenazara con mandarlo una noche a la cárcel, recibió un asentimiento algo exhausto en respuesta mientras acomodaba la silla para sentarse y esperar, apoyando su frente en la barra y dejando su sombrero de lado.
— Día cansado.
— Bastante, bastante...
Alborotó su cabello con una de sus manos mientras se enderezaba, viendo ya la bebida servida.
— ¿Me estabas esperando acaso?
— Siempre viene justo cuando estoy por hacer el inventario de las bebidas, así me tarde más esperándolo, llega cuando ya estoy apunto de hacerlo.
— Suerte la mía. — Empezaba a beber mientras veía como se acomodaba también, lo veía algo cansado pero no tanto. — ¿Muchas copas que servir?
— Tal vez. — Apoyó sus codos en la barra, de igual manera ya estaba algo dormido pero tenía algunos asuntos pendientes que atender esa noche justamente, ¿O era mañana?
Después de unas bebidas más, Thompson ya estaba más ebrio que dormido, curiosamente se despertaba más con el alcohol pero a la vez estaba algo perdido en eso.
— ¿Tus padres eran panaderos?
— ... No los-
— Porque eres un bizcocho~ — Sonrió tontamente el sheriff, ni le había salido bien el coqueteo pero no le importaba para nada.
— Que tonto.
— Podría ser tu tonto. — Mantenía esa sonrisa que era un intento de sonrisa coqueta.
— No gracias, ya atiendo muchos tontos todos los días casi doce horas. — Se levantó y ya estaba apunto de quitarse el sombrero hasta que recordó que no podía enfrente de él, se acercó para intentar levantarlo.
— ¡Yo me... Levanto solito! — Tenía algo de hipo por lo que cuando ya estaba de pie terminó cayéndose, quejándose y después riendo.
— ... — Evitó reír, pero estaba entretenido en lo que pasaba, se puso de rodillas a un lado de él para ayudarle a levantarse, justo iba a hablar cuando sintió un jalón de parte del contrario.
Ahora estaban en una posición que no podía tomarse como una normal, en la que no pasaría nada.
— Eh... Sheriff...
No recibió respuesta, solo recibió un beso que casi hacía que se le cayera el bigote de forma literal, mirándolo sorprendido, y más cuando sintió algo en su abdomen y sabía perfectamente que no era la pistola de Thompson.
Volvió a juntarlo en un beso, se estaba perdiendo la consciencia de ambos, estaban en el suelo del bar y a ambos les estaba importando poco, y a Tord se le estaba yendo el tiempo para arreglar los asuntos que tenía, al menos no sabían que trabajaba ahí pero mañana tendría un problema grande.
La situación se estaba poniendo caliente, ahora no solo eran besos, también eran roses y caricias, la ropa empezaba a estorbar.
Mientras se besaban, el dominante le quitaba la ropa al de abajo, de forma inconsciente estaban llegando a un acuerdo mutuo, incluso sin hablar, solo con sus acciones.
Mientras más desnudo estaba el de abajo, más inquieto se ponía, eso hasta que sintió algo dentro, quejándose del dolor, pero notó que eran los dedos del otro, no entendía por qué en ese momento, solo se dejaba llevar.
No había pasado mucho para que Tord empezara a penetrar a Thompson, el único problema es que entre el movimiento que estaban haciendo y mientras más rápido fuera, corría la probabilidad de que se le cayera el bigote, el sombrero o tal vez ambos, aunque su consciencia estaba algo perdida en ese momento.
— Mgh~ Ah~ Sigue~ — La voz sumisa pero grave del sheriff no hacía más que calentarle, intentaba ir rápido en esa posición a pesar del riesgo, se preocupó cuando el británico puso sus manos en sus hombros y después lo abrazo por el cuello, viéndolo con la mirada perdida por el placer.
No pasó mucho para que ambos sintieran que estaban en su punto, el problema fue cuando después de unas embestidas, ambos llegaron al orgasmo.
Ya que a Tord se le había caído el sombrero y su bigote estaba un poco caído, el sheriff no reaccionó muy bien después de eso, solo logró decir "Tu..."
A la mañana siguiente fue cuando no entendió si todo fue un sueño, una fantasía sexual que tenía reprimida, o había sido verdad, ya que había despertado en su casa, ¿Producto del cansancio por el estrés de un pueblo chico infierno grande?
En la noche fue como regresó a la cantina como siempre, apenas y podían verse a los ojos ambos.
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No deja ver la bendita actualización, estúpido wattpad de-
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