Melina Romero segunda parte

14 0 0
                                    

Resultó clave el testimonio de Melody –también menor de edad, como Melina–, amiga de ella, en primera instancia sospechosa de haber mentido o callado lo que sabía, y luego fundamental, ya que su declaración sustentó la prueba para condenar al Chavito. Ella contó que durante la madrugada del 24 de agosto de 2014 Melina pasó por su casa con Joel Fernández y con otros jóvenes, y que se dirigieron a una vivienda, en la que durante toda la noche les suministraron gran cantidad alcohol y drogas, para terminar abusando sexualmente de ambas.

Agregó que luego las subieron a un auto, fueron hasta un arroyo y pudo ver que arrojaron el cuerpo de su amiga. "A Melina la tiraron al arroyo, a mí me tenían apuntada con un fierro. Era como un descampado, yuyo y pasto. La colocaron con piedras adentro de una bolsa negra", relató ante la Justicia.

En la investigación surgieron nombres de sospechosos de haber participado del hecho junto a Joel Fernández, como explica el abogado de la familia Romero, Marcelo Biondi: "Lo trascendente del caso es la ausencia del Estado en el juicio por jurados. La fiscal Fernanda Billone, que condujo la pesquisa, pidió la elevación a juicio oral del caso contra los tres imputados, Joel 'Chavito' Fernández, el Pai César y Elías Fernández; los últimos dos terminaron sobreseídos. Según las pruebas colectadas hasta ahí, el juez de Garantías Mariano Porto hizo lugar a la elevación a juicio, pero solo para Fernández. La fiscalía apeló dicha resolución y la Cámara decidió que los tres imputados debían ir a juicio. Pero llamativamente la fiscal desistió de la acusación. Nunca me lo dijo, pero estimo que recibió una orden de algún superior. Sostengo que hubo irregularidades y que con la condena a Chavito no se hizo justicia completa. Por eso pedimos que se siga investigando hasta encontrar al resto de los que participaron del hecho".

Con dolor de madre, Ana María sigue recordando la indiferencia y las irregularidades que debió soportar ante cierto sector de la policía y, sobre todo, del lado de la Justicia: "La incapacidad y la falta de compromiso fueron increíbles. Se investigó más a mi hija y a nuestra familia que a los asesinos. Me sentí peor que un delincuente. Los funcionarios encargados de esa tarea de buscar a los homicidas no la cumplieron, y no les importó. La mañana que desapareció Melina fui a la comisaría 1ª de San Martín y no me tomaron la denuncia porque no tenía testigos y yo no estaba presente. Sí la pude hacer en la comisaría de El Palomar, que corresponde a nuestro domicilio. Fue una pérdida de tiempo clave, cuando al final se trató de un homicidio", explica.

Brinda detalles del porqué de su desconfianza: "Me resultó muy extraño que los que estaban a cargo de la investigación filtraran videos donde se veía a mi hija saliendo del boliche, pero después que después no apareciera en ninguna cámara más. ¿Cómo puede ser? ¿No las encontraron? ¿No se registró el seguimiento del auto en el que se la llevaron de acuerdo con la hora de salida? ¿O están tapando algo o a alguien? Según lo que me explicaron hay más involucrados, pero como alguno tiene alto poder adquisitivo logra permanecer oculto. También hicieron correr la voz de que lo que le pasó fue por 'zorra'... Son gente muy mala. Ella había dejado la secundaria por problemas económicos de nuestra familia. Pero trabajaba, vendía productos de Avon en el barrio y películas en la puerta de un supermercado, en Martín Coronado".

21/12/22

FEMINICIDIOS EN EL MUNDOWhere stories live. Discover now