Capítulo 4

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Las cosas volvieron a ser como antes, con ambos fingiendo que el otro era el hombre invisible. Taehyung solo charlaba con Yoongi o se mantenía al margen, sin ofrecer a Jungkook ni un bolígrafo, ni una sonrisa, ni siquiera una breve mirada. Si tenían que hablarse, lo hacían en un tono entrecortado, utilizando el mínimo de palabras posible. Los dos empezaron a sonar como cavernícolas, gruñendo 'cliente' si uno de los dos tenía una cita o 'teléfono' si la persona que llamaba preguntaba por el otro.

Jungkook sabía que a Yoongi le molestaba un poco que sus dos empleados se negaran a hablarse, pero no estaba dispuesto a hacer algo al respecto. Era mejor así, se dijo. Era mejor mantener a Taehyung alejado para que desapareciera lo que fuera que sentía por él y que hacía que su corazón se acelerara cada vez que Taehyung estaba cerca.

Sin embargo, su mirada se desviaba automáticamente hacia Taehyung cada vez que tenía la oportunidad, se le ocurrían razones para estar cerca del mostrador de la tienda cuando Taehyung estaba sentado allí respondiendo correos electrónicos, dibujando o haciendo una consulta. Aunque nunca le dirigiera la palabra, aunque lo único que hiciera fuera rondar durante unos segundos como un fantasma silencioso.

Y a veces, solo a veces, Jungkook miraba furtivamente a Taehyung para descubrir que éste giraba rápidamente la cabeza, como si hubiera estado mirando primero a Jungkook. En las raras ocasiones en que sus miradas se cruzaban, Taehyung apartaba los ojos inmediatamente y sus mejillas se sonrojaban. Jungkook trató de no darle demasiada importancia, lo atribuyó al hecho de que las cosas entre ellos eran jodidamente incómodas y Taehyung se sonrojaba porque se sentía incómodo. Pero entonces, ¿por qué no renunció si no le gustaba trabajar aquí? ¿Por qué no volvió a Ink and Honey o buscó trabajo en otra tienda? Tenía el talento suficiente, cualquier dueño de tienda lo recibiría con los brazos abiertos y gritos de alegría, como había hecho Yoongi.

Pero se quedó y Jungkook no sabía por qué. Tal vez era solo porque era testarudo, se quedaba porque no quería darle a Jungkook la satisfacción de saber que él había sido la razón de que renunciara. Pero la idea de que Taehyung renunciara ya no satisfacía a Jungkook. De hecho, la idea de que Taehyung se fuera le molestaba ahora, por alguna razón. Probablemente porque Yoongi se estresaría de nuevo y tendrían que pasar por otro desfile de perdedores en su lucha por encontrar otro tatuador para reemplazarlo. Sí, era eso probablemente. Definitivamente no era porque realmente extrañaría a Taehyung o algo así, por favor, maduren.

Lo que Jungkook había bautizado como 'Los sonidos del silencio' entre él y Taehyung continuó durante las dos semanas siguientes y empezaba a preguntarse si se convertiría en una característica permanente de su relación laboral cuando Yoongi les anunció un día que iba a asistir a una convención de tatuajes.

Estaban los tres solos en la tienda, Jungkook y Taehyung ignorándose como de costumbre, cuando Yoongi les soltó la bomba.

"¿Una convención?" Taehyung preguntó. "¿Como expositor?"

"No, solo como asistente" contestó Yoongi. "A ver qué hay de nuevo, hay un proveedor que tiene un nuevo tipo de tinta que quiero ver en persona, así que..."

"Bien, ¿pero por qué ahora?" Jungkook interrumpió. "Nunca has ido antes"

Yoongi lo miró secamente. "Eso es porque antes solo trabajábamos aquí los dos, idiota" dijo. "No podía dejarte solo con la tienda. Pero ahora que Tae está aquí" continuó, encogiéndose de hombros, "puedo irme"

"Um" Taehyung dijo, cogiendo un bolígrafo y haciéndolo girar distraídamente con los dedos: "¿Cuánto dura la convención? ¿Cuántos días?" Y a pesar de que lo dijo casualmente, Jungkook tuvo la ligera sospecha de que Taehyung estaba luchando para mantener el pánico fuera de su voz.

Under My Skin¹ | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora