CAPÍTULO 15

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TAEHYUNG

JHope había insistido en llevarme a una cita porque, como él lo puso.

— Estamos casados con un niño, pero nunca hemos salido en una cita.

Le señalé que él me había llevado a almorzar una vez al restaurante de cangrejos de Hyeeo (pre Narnia), pero él simplemente declaró que ya que yo aún estaba inseguro de si iba a matarme en ese momento, no contaba realmente.

Así es como nos encontramos sentados en la parte trasera de la cubierta de Red's Seafood and Steaks, un lugar que los lugareños amaban, pero por lo general no era frecuentado porque normalmente se volcaba a la temporada turística. Sin embargo, nos mostraron nuestra mesa al segundo que llegamos, y aunque estaba concurrido, no estaba demasiado lleno.

Y olía a PARAÍSO. Mariscos ligeramente fritos, ajo y pan recién horneado. Inhalé profundamente y gemí. Mi estómago gruñó.

—Sigue haciendo eso y no vamos a llegar a la cena —dijo JHope, mirándome con una acalorada expresión en sus ojos—. Y te dije que te estaba llevando a una cita real y en una cita real usualmente se tiene una comida.

—¿Ah sí? ¿Dónde aprendiste eso? —pregunté.

—Google —contestó JHope, mostrando una sonrisa que hizo que mis pezones se pusieran duros. En serio, el hombre era increíblemente guapo y allí mismo en la cena, oficialmente decidí algo.

No había nadie en el planeta más sexy que Jung Hoseok.

NADIE.

Había estado ejercitándose con Suga como loco. Al principio sólo fue para poner su cuerpo de vuelta de buen estado después del calvario con Chop, y luego se convirtió en una rutina que él disfrutaba. Y aunque él era más allá de atractivo antes, ahora era el sueño andante húmedo de alguien. Todos esos nuevos músculos ahora me provocaban desde debajo de su blanca camisa abotonada al otro lado de la mesa Estaba vergonzosamente duro mientras lo apreciaba.

Aparentemente él estaba haciendo lo mismo.

— Guao —dijo—. Si no te conociera y tú pasaras en frente de mí tomaría una imagen mental para mi banco de pajas. Al carajo eso, voy a hacerlo de todos modos.

Sentí el rubor elevándose a mis mejillas.

— Creo que te ves muy bien.

—Debería ser ilegal querer follarte tan mal —murmuró JHope, estirando su mano y rozando la almohadilla de su pulgar sobre mi labio inferior. Me incliné en su toque.

Le di un beso en el pulgar.

— ¿Y qué si fuera ilegal? —provoqué.

—No importaría —bajó su voz—. Porque nene, nací para romper la ley.

—¿Necesitan unos minutos más? —preguntó la alegre camarera, su coleta rubia balanceándose mientras hablaba. Ella nos había interrumpido en el mismo momento en que iba a convencer a JHope de que una cita apropiada no consistía necesariamente en una comida, sino que también podía consistir en una follada animal en el lugar que él eligiera.

Todavía estaba mirando mi menú, pero no había leído una palabra. JHope había estado rozando perezosamente la punta de su bota en mi tobillo debajo de la mesa.

Parecía completamente inafectado mientras yo no había logado llegar a la lista de aperitivos.

JHope bajó su menú y me sonrió.

— Creo que necesitamos unos minutos más.

—¿JHope? —preguntó la camarera animadamente, señalándolo con su lapicero—. No puedo creer que seas tú. Ha pasado tanto tiempo —ella sacó una cadera y empujó hacia fuera su amplio pecho—. ¿Cómo has estado, cariño?

07. La Vida de Jung Hoseok ||HOPEV||Where stories live. Discover now