CAPÍTULO DIECINUEVE

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Jongin sonrió mientras se dirigía al club. No podía permitir que Kyungsoo se escapara. Sabía que los zorros no se aparean de por vida, pero todo sobre su relación con Kyungsoo se sentía real y verdadero. Sería un tonto si permitiera que un malentendido los mantuviera separados.

Había estado loco al pensar que el dinero era tan importante. Ambos trabajaron, y sin importar lo que Byung Hun les lanzara, serían capaces de superarlo.

—Hola, tío Leeteuk. —Se detuvo en la mesa y tomó la silla frente a Leeteuk, que estaba ocupado escribiendo algo en su teléfono. Leeteuk lo miró y Jongin suspiró. —Va a tomar un tiempo acostumbrarse.

—¿Qué? —preguntó con el ceño fruncido.

—Que no eres mi tío. —respondió Jongin.

—En lo que a mí respecta, nada ha cambiado realmente. —le dijo Leeteuk. —Es por eso que te pedí que te encontraras conmigo aquí. Estoy listo para seguir adelante e instalarte en la empresa.

—¿Qué? —No esperaba que la oferta de Leeteuk siguiera en pie. Los Kim se mantuvieron unidos sin importar qué diablos hicieron mal o entre ellos.

El hecho de que Leeteuk hubiera interferido en el trato comercial de Byung Hun era realmente una novedad, que él supiera. No entendía por qué lo había hecho si no tenía planes de dirigir la empresa él mismo.

—Amo a mi hermano, Jongin, pero manejó mal las cosas contigo desde el principio. —dijo. —Irónicamente, su herencia estaba atada a ti. No se sabía a ciencia cierta que no eras su hijo. Si te hubiera entregado, lo habría perdido todo.

—¿Por qué no se hizo un análisis de sangre?

—Tu padre fue incinerado. —le dijo Leeteuk. —Lo mataron en una pelea en un bar y su familia no podía permitirse el lujo de enterrarlo, por lo que la empresa en la que iba a trabajar se ofreció a hacerlo.

Anoche había recibido un paquete que contenía pruebas de que no era el hijo de Byung Hun. También había páginas que parecían pertenecer a un diario que documentaba la aventura de su madre con su padre. Había fotos del cuerpo de su padre después de haber sido golpeado.

Su madre obviamente sabía que Byung Hun había estado involucrado en eso, si esas páginas eran reales y no falsas.

—A mi madre la mataron porque sabía la verdad sobre la muerte de mi padre.

—Tu madre lo sabía y me pidió que la ayudara a salir del país contigo. —dijo Leeteuk. —Acepté porque sabía lo que le pasaría. Ella no se iba a quedar y el divorcio iba a privar a Byung Hun de su herencia. El divorcio no está permitido en nuestra familia. Tienes tus aventuras y controlas a tus mujeres.

—¿Qué pasó?

—Se ahogó dos días antes de irse. Sin manera de probar que no eras suyo, Byung Hun estaba atrapado. Tenía que conservarte o perderlo todo. Renunciar a ti sería como negar la sangre de Kim—dijo Leeteuk en voz baja. —Él nunca tuvo la intención de permitirte heredar. Habría encontrado algo para evitarlo o te habría matado.

Lo último había sido dicho casualmente, pero Jongin ni siquiera parpadeó. Sabía que era verdad. Algunos de los Kim eran lo suficientemente despiadados como para hacer cualquier cosa para conseguir lo que querían. Era la razón por la que no socializaba con muchos fuera del círculo familiar inmediato.

—Estás yendo contra él al contratarme.

—Puedo hacer lo que quiera con mi propia empresa. —le dijo Leeteuk con una sonrisa. —Entonces, ¿estás dentro?

—Quiero a Kyungsoo como diseñador principal. —Leeteuk se encogió de hombros. —Dijo que los diseños se habían perdido. ¿Crees que es verdad?

—No. —Sacudió la cabeza. —Le haré saber que los quiero. ¿Qué tan pronto comenzaremos la producción?

✦·»𝓒𝓪𝓵𝓸𝓻 𝓭𝒆 𝓩𝓸𝓻𝓻𝓸«·✦Where stories live. Discover now