CAPÍTULO DIECIOCHO

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El sábado por la tarde, con las manos colgando flácidas a los costados mientras lo llevaban a una mesa,

Kyungsoo encontró a Leeteuk solo, con un vaso alto de té helado. Kyungsoo realmente no esperaba que Jongin estuviera con él. Solo esperaba que lo fuera, no que verlo fuera una gran idea.

—Hola, Kyungsoo. —lo saludó Leeteuk en voz baja.

Kyungsoo no habló mientras se sentaba. Puso la carpeta de diseños sobre la mesa. Supuso que los pediría en algún momento.

—Estos son los diseños de la próxima colección. Los de tu proyecto personal se perdieron. Mi computadora estaba infectada con un virus. —La mentira se sentía aún más débil ahora que lo estaba diciendo que cuando lo había pensado.

Leeteuk arqueó una ceja hacia él.

—Eso es muy malo. Tendrás que empezar de cero.

—No lo voy hacer. —Incluso si lo amenazaban con ir a la cárcel, no los entregaría.

Leeteuk lo estudió por un momento y luego tomó un sorbo de té. —Byung Hun me mostró un video de ti dejando copias impresas de algunos dibujos en un café.

Se encogió de hombros. No podía discutirlo porque no había visto las imágenes y había estado en ese café dejando diseños.

—Conseguí que Simon me permitiera echarles un vistazo. —le dijo Leeteuk. —No se parecían a la colección que me mostraste.

—Ese es el que deseché cuando me robaron. —admitió Kyungsoo. —Estaba trabajando en tres colecciones de diseño a la vez, en caso de que no te guste una. Uno era más una muestra de una colección completa. Solo tuve que expandirlo y elegir algunos colores y patrones nuevos.

—Entonces, en esencia, ¿simplemente les diste el resto de lo que había sido robado en primer lugar?

—Sí. —Leeteuk recogió la carpeta y miró los diseños. —Despedí a Bo Young por su parte en esto. Estaba trabajando con alguien para tenderte una trampa.

—¿Quién?

—Ella no ha dicho todavía.

—Oh. —dijo Kyungsoo.

—Jongin fue despedido ayer por Byung Hun. —le dijo Leeteuk. —Alguien le envió un video bastante subido de tono de ustedes dos en tu oficina.

La persona que lo había estado chantajeando siempre había tenido la intención de enviar al padre de Jongin ese metraje. Habría perdido su trabajo ayer de todos modos, pero al menos no lo habrían atrapado regalando los diseños.

Debería haber hablado con Jongin. Tal vez, la verdad era que Jongin se había sentido atraído por él, pero él había sido el que se acercó a Jongin. Debería haberlo dejado solo, y todavía podría tener una oportunidad de obtener su herencia y dirigir Kim Company.

—¿Estabas siendo chantajeado? —preguntó Leeteuk y volvió a tomar su vaso de té.

Kyungsoo asintió.

—Deberías haber venido a mí, Kyungsoo. —dijo con severidad. —Podría haberme ocupado de eso.

—No quería ser la causa de que Jongin perdiera todo lo que le importaba. —murmuró Kyungsoo. Apretó las manos sobre su regazo, con el corazón dolorido por Jongin. Realmente debe odiarlo. —¿Por qué odia tanto a Jongin?

—Porque no es su hijo. —respondió Leeteuk en voz baja. —Byung Hun acaba de encontrar la prueba que necesitaba para sacar a Jongin de su vida.

Kyungsoo hizo una mueca al pensar en Jongin y en lo traicionado que debe sentirse en este momento. Quería ir con él, pero no estaba seguro de que Jongin aceptara su compañía. Frustrado, se le escapó un pequeño gemido.

✦·»𝓒𝓪𝓵𝓸𝓻 𝓭𝒆 𝓩𝓸𝓻𝓻𝓸«·✦Where stories live. Discover now