Love Hangover {Resaca de Amor}

Capítulo 1: Confusion and feelings

Perdí la cuenta de cuanto alcohol estaba ingiriendo, pero eso no me importó, pues estaba logrando lo que tanto había ansiado esta noche: olvidar a esa mala mujer que destrozó mi corazón.

— ¡Otra botella de vodka, por favor! — alcé mi brazo al aire, intentando llamar la atención del mesero que dejaba un pedido en la mesa contigua.

— ¡Ya basta Chanyeol! Has tomado una botella de vodka tú solo en menos de una hora, ¿acaso quieres destrozar tu hígado? — cerré los ojos intentando poner oídos sordos para no escuchar las molestas palabras que recitaban aquella voz.

— Minseok — nombré a mi amigo, volviendo a abrir mis párpados —, fue idea de Jongin, Jongdae y tuya el traerme hasta acá para divertirme y ayudarme a olvidar. Ahora que lo estoy consiguiendo no me salgas con eso, ¿sí? ¡Que empiezo a sentirme fenomenal!

Miré a mis amigos con una estúpida sonrisa cortesía del alcohol. De todos nosotros, Minseok era justamente quien estaba en las mejores condiciones, ya que incluso tenía la capacidad de razonar y regañarme. De Jongdae no podía decir lo mismo. Desde el tercer shot de vodka había caído rendido y dormido como un bebé sobre el hombro de Minseok. Y finalmente estaba Jongin, quien desde el momento en que pisamos el lugar, desapareció sin decir a donde o con quien iba. Pero no tenía que pensarlo mucho, lo conocía bien y estaba seguro de que se encontraría ligando.

De tan sólo pensarlo reí. Ese moreno tenía una increíble habilidad para liarse con hombres y mujeres: tenía el don de la seducción.

Cualidad que a mí me faltaba.

— ¿Por qué tarda tanto? Quiero beber más — dije, bajo la mirada intensa de Minseok.

Él no quería que yo siguiera bebiendo, pero no le haría caso. Simplemente en esta noche no se me antojaba.

— Por favor, ya no bebas más, ¿acaso no tienes compasión de mí? Al final seré yo quien tenga que cargar con todos ustedes y sé que no podré, suficiente tengo con Jongdae — la mirada ligeramente molesta de Minseok se dirigió a quien dormía sobre su hombro. — No entiendo por qué, pero siempre que vengo con ustedes, él termina de esta forma.

Sin querer reí, ganándome la atención de quien era mayor que yo por un par de años.

— Es un pretexto, ¿no te has dado cuenta? — estiré mi cuerpo logrando destensar los músculos de mi espalda, haciendo que un suspiro de complacencia saliera de mis labios. — Claramente es un pretexto para que no te alejes de él — miré a Minseok, quien me observaba con una interrogante.

Él no tenía idea, pero Jongdae estaba interesado en él no sólo como un amigo, sino como algo más. Por supuesto que ese era un secreto que yo debía guardar, pero el alcohol en estos momentos me estaba dando la facilidad de soltar mi lengua. Bien, al menos sabía que si decía algo que no debía, podría echarle la culpa a la bebida.

— Creo que ya estás ebrio, tanto que no sabes lo que dices — noté la voz incrédula y ligeramente avergonzada de Minseok, quien giró su rostro para observar con detenimiento el de Jongdae.

Y fue ahí cuando me di cuenta de las cosas: ambos compartían el mismo sentimiento.

— Puede que sí, o puede que no — respondí mirando al par con diversión; pero eso duró poco.

Al darme cuenta de que el mesero no había regresado con mi orden, decidí levantarme de la silla aun con la mirada suplicante de Minseok sobre mí: tan sólo lo ignoré. ¡Al diablo con todo! Esta noche era de diversión y recuperación para mí. No me limitaría a nada, era el momento perfecto para olvidar, disfrutaría y viviría todas aquellas experiencias que perdí por mis anticuadas costumbres y por permanecer al lado de una persona que al final no me amaba.