—Danos un reporte de situación, Zlyna. —ordenó Hyle enderezando su silla de Capitán.

—Soy Tali, Capitán. —respondió la Meltran mientras manipulaba las pantallas. No era la primera vez que Hyle confundía el nombre de sus nuevas subordinadas. Aparentemente la fuerza de la costumbre era tal que no importaba las veces que corrigieran a su Capitán; Hyle seguía usando los nombres de su vieja tripulación. La única excepción era Fritz, cuyo nombre era tan extraño que había quedado fijo en la mente de aquella guerrera.

—Tiene usted razón, Oficial Tali. —se corrigió Hyle.

—Reactor en proceso de enfriamiento, capacitores descargados, todos los sistemas nominales. —recitó la Jefa de Ingeniería de la Bramante.

—Un salto más y llegaremos. —informó la Capitán. —¿Cómo se ve el radar dimensional?

—Detecto numerosos contactos dentro y fuera del espacio dimensional. —informó Ximena desde su terminal de monitoreo.

—Estamos ya en la zona de las patrullas de corto alcance. —observó Hyle. —Será mejor comenzar a transmitir los códigos de seguridad para darnos a conocer a los escuadrones locales.

Tali y Ximena intercambiaron miradas. De no ser por Hyle jamás hubieran sabido nada de ello y su presencia en la zona hubiese sido rápidamente detectada como algo extremadamente sospechoso.

La guerrera activó una nueva pantalla e introdujo un largo código en lenguaje Zentradi. —Transmitiendo —dijo confirmando la clave en su teclado.

La computadora procesó aquello y tras varios segundos de espera mostró una respuesta; era un nuevo curso de aproximación al Nexus generado exclusivamente para ellos.

—Proceda a modificar el plan de vuelo. —ordenó.

—Si, Capitán. —respondió Tali introduciendo las nuevas coordenadas para la navegación interestelar. —Puntos de ruta cargados. ¿Iniciamos Navegación FOLD al destino final?

Hyle levantó una mano. —Aún no. —dijo ante la mirada confundida de Tali.

—¿Es necesario hacer algo más antes de entrar al nexus? —preguntó.

—Claro que no. —respondió la Capitán Hyle. —Es que... me gustaría hacer algo antes. —dijo mientras se levantaba de su silla. —El puente es suyo, Oficial Tali.

—Entendido. —respondió la meltran.

Hyle salió del puente dejando a las dos mujeres solas. De inmediato Ximena se volvió hacia su compañera tras asegurarse que la puerta se había cerrado tras la meltran. —¿Que sucede ahora? —preguntó.

Tali sacudió la cabeza. —No tengo ni idea... la Capitán Hyle ha estado extraña estos últimos días desde el incendio en el hangar. —dijo.

La piloto meditó aquello unos segundos. —¿Tendrá relación con la reacción que tuvo en el pasillo?

—No lo sé. —reconoció la meltran. —Estoy realmente confundida y no me explico como emociones como las que presenciamos en Hyle pueden ser posibles en un Zentradi sin exposición a la Cultura.

—Entonces Von Neumann tiene razón. —observó Ximena; —el acondicionamiento no es infalible.

Las dos mujeres permanecieron en silencio sin saber que decir. Tali activó las pantallas de monitoreo y observaron a la Capitán Hyle caminar por los pasillos desiertos en dirección a la sala de reuniones.

Hyle entró al salón y vió que Fritz y Camila se encontraban todavía allí, sentados en una de las mesas comiendo algo. Los dos soldados se pusieron de inmediato de pie y saludaron a su Capitán a la manera meltran.

Carne de CañónWhere stories live. Discover now