Parte 23

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Las distorsiones ópticas causadas por el medio FOLD eran molestas y podían causar desorientación y mareos en las personas que las experimentaban por primera vez, afortunadamente Camila no era una de ellas y aquel juego de luces e imágenes fantasmales apenas aparecían ante sus ojos como una especie de "ruido" óptico. La joven se encontraba recostada en su catre mientras trataba de leer un informe en su Pad, pero su mente continuamente vagaba más allá del significado de las palabras que parecían danzar frente a sus ojos. Sin más paciencia disponible por tratar de terminar aquella tarea suspiró profundamente y dejó que el Pad se deslizara entre las cobijas, entonces recostó la cabeza en la almohada.

—¿Sucede algo? —preguntó Ximena desde la cama de arriba. Evidentemente aquel suspiro había sido bastante audible.

Su compañera guardó silencio por lo que Ximena se asomó al borde de la cama y miró hacia abajo. —¿Quieres que apague la luz? —preguntó.

Camila sacudió la cabeza. —No puedo dormir. —dijo.

—A mi también me cuesta dormir durante los FOLD.

—No es eso. —respondió la oficial Hughs. Es...

Como la joven había vuelto a quedar en silencio fue el turno de Ximena de suspirar y volver a recostarse de espaldas. —No hace falta que me lo digas si no quieres. —dijo. —Te entiendo.

—Es que... tuve un sueño. —comenzó a decir Camila.

—¿Un sueño?

—Estaba... estaba a los mandos de Delta Uno. —dijo girando la cabeza hacia un lado. El camarote estaba en penumbras, apenas alumbrado por la pequeña lámpara de lectura que Ximena mantenía encendida sobre la cabecera de su cama. —Estaba en una batalla... una batalla grande.

—¿Contra los Zentradi? —preguntó su compañera.

—No.

Ximena volvió a suspirar. —No es necesario que sigas. —dijo imaginando lo que su compañera había soñado.

—Había un Battle Class enemigo en modo de batalla—continuó narrando. —Yo me acercaba con Delta Uno esquiando el fuego antiaéreo y me colocaba en modo Battroid justo frente al puente de mando, entonces levantaba mi Gunpod y apuntaba a través de la mira a la tripulación detrás del cristal.

—¿Era la Macross 48? —preguntó Ximena refiriendose a la Macross 48 "Wyvern", la Clase New Macross que el tío de Camila comandaba en el momento del asesinato del Almirante Aramaki.

La joven asintió. —Mi tío... mi tío no estaba solo; había muchas personas a su alrededor... no solo oficiales, también civiles... hasta me pareció ver niños.

Ximena guardó silencio. Era evidente que su compañera estaba luchando con una terrible carga en esos momentos.

—No pude apretar el gatillo. —dijo Camila con voz temblorosa. —Aunque... aunque era mi deber, aunque era lo correcto. —intentó convencerse a sí misma.

Tras varios minutos de silencio Camila pareció calmarse un poco. —¿Qué hubieses hecho tú? —preguntó volviéndose boca arriba.

—Seguramente le hubiese hecho un gesto obsceno con la mano libre del robot. —respondió sin pensarlo demasiado.

Camila se incorporó y se quedó sentada en la cama; no se esperaba esa respuesta. —¡Hablo enserio! —protestó visiblemente ofendida por la ligereza del comentario de su compañera.

—Yo también. —respondió Ximena desde su cama. —Si hay civiles en la línea de fuego entonces simplemente no puedes apretar el gatillo. —aseguró.

Carne de CañónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora