𝐀𝐌 | Bucky no puede dormir por las pesadillas y Dannika sufre insomnio, ambos hechos concluyen en ellos dos encontrándose en la escalera de incendios de su edificio. De la casualidad surgen grandes cosas.
THE FALCON AND THE WINTER SOLDIER
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Ambientado en los 40's continuación de "la chica del taller".
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Dannika tuvo que aceptar que se había equivocado con Bucky. No es que aceptar que estaba equivocada le gustara mucho, pero el tiempo esclareció las cosas. A fuerza de la constante presencia de Bucky y sus descarados coqueteos, acabó conociéndole. Y viéndolo bien, no era tan malo.
Y ese es el maldito problema.
La no-cita con de Bucky y Dannika con sus hermanas, resultó ser muy diferente a lo que Dannika esperó. Bucky no fue otra cosa que encantador, caballeroso y complaciente, el cariño que sentía por su hermanita menor era tan genuino que la mente de Dannika la traicionó y le hizo preguntarse si sería así de bueno como padre.
Bucky se esforzó por no ver a Dannika demasiado. Él era plenamente consciente de la belleza descuidada que ella poseía, pero verla frente a él con un adorable vestido verde oscuro era un nuevo desafío. Sintió sus piernas débiles cuando la luz del sol le hizo notar que ella no llevaba medias a causas del abrasador verano, aquella extensión de piel gritaba por la atención de Bucky, lo que daría por adorarla con sus labios y...
No.
Pero, ¿sería tan suave como se veía?
Al final, pasan un lindo día, las niñas son como un torbellino, Becca por sí sola era una mente sagaz, pero con Dahlia ambas alcanzan un nuevo nivel que solo Bucky podría controlar, se esfuerza por mantener a las niñas entretenidas y agotar su energía. Su plan le juega en contra y por cuidar de las niñas casi no tiene un minuto a solas con Dannika.
Es hasta que se detienen para comer que tienen un momento para hablar.
—¿Estás teniendo un buen día?
—De hecho, sí —Sonríe Dannika, Bucky atesora ese detalle en su mente como la primera vez que ella le sonríe así a él—. Eres muy bueno con tu hermana.
—Ella es muy buena conmigo.
Eso hizo que Dannika sonriera incluso más. Bucky, de algún modo, se las arregla para engatusarla y hacerla hablar sobre sus pretendientes y acabó escuchándole hablar sobre un viejo enamorado.
Se trataba de un chico con el que había sido amiga desde la secundaria, conocía a su familia desde hacía años y nunca había ocultado su interés en ella, aunque ella era reacia al principio, su madre estaba encantada con él y su padre estaba tranquilo sabiendo que conocían la precedencia del muchacho.
Pero cuando iban a graduarse le pidió que se casaran el siguiente verano y hasta allí llegó el encanto. A Dannika le gustaba; no era tonto, nunca intentaba meterle mano debajo de su falda como los demás novios de sus amigas, tampoco tenía un récord extenso de exnovias e iba a la iglesia con regularidad, pero aun con todo eso, ella no quería casarse con él.
