Louis

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Salimos al techo del edificio. Que había mandado a decorar con luces y nuestra mesa preparada con la comida ya lista.

Agradecí que a mi padre no le impártala para nada lo que hiciera y había permitido hacer los cambios que quiera.

A el le había gustado mucho la vista, la decoración y la comida. Y gracias a Dios, no estaba preparado mentalmente para fallar en algo.

Y es que todo había sido perfecto. Era la primera vez que me esforzaba tanto por alguien.

O creí que había sido perfecto, porque de un momento a otro comenzó a llover. Por suerte justo cuando habíamos terminado de comer.

Caminamos hasta la puerta para irnos rápido pero estaba cerrada.

–No me jodas.

–¿Que paso?

–Se cerró la maldita puerta.

Lo miro alarmado pero el solo ríe y camina a otro lado mirando al cielo. Dejando caer las gotas de agua sobre el.

–Deja Que llame a Magali asi nos saca de aquí.

Digo pero el camina hasta mi y me besa. Yo le correspondo más que gustoso aunque estuviese todo empapado.

–Gracias por todo. Es la mejor cita de mi vida.

–¿Aunque ahora estamos encerrados en el techo mientras llueve?

–Aún más por eso. Adoro que sea así de original. Única.

Vuelvo a besarlo porque... ¿que más puedo hacer? El estaba sonriente y hermoso aún bajo esta tormenta.

Estaba tan feliz de poder llamarlo mío.

–Te adoro.

Le digo en medio del beso.

–Todos lo hacen.

–Pequeña mierda narcisista.

Le digo sonriendo contra sus labios y justo ahí la puerta se abre y Magali estaba detrás de ella. Corremos hacia adentro entre risas y para empeorar todo me resbalo y tiro a Harry conmigo.

–Opss!

–Hola.

–Levántense, tórtolos. Van a enfermarse si no se cambian de ropa. Creo tener algo para vestirlos.

💕💕

Entramos a la casa con uniforme de camareros y la escultura nueva de Harry en la mano. El tenía una sonrisa cálida en la cara que la recordaría toda la vida.

Y es que parecía encontrarse tranquilo y burbujeante. Su olor estaba calmo y eso hacía yo estuviera calmado aún más.

Coloca la escultura como centro de mesa en el comedor.

–Está hermosa, gracias.

–¿Vemos una peli?

–Me gustaría tomar una ducha y dormir.

–Oh, bueno.

Digo y me siento en el sofá. El se queda parado mirándome y yo lo miro de regreso.

–También deberías tomar una ducha. Por la lluvia y eso.

–Si, planeaba hacerlo. Pero puedes bañarte primero.

Se me queda mirando y levanta una ceja para después reírse en mi cara. No entendía que era lo gracioso.

–Ay, Louis, Louis.

Dice y se mete al baño. Prendo la televisión y luego el que enciende la regadera por un largo rato.

comienzo a pensar que quizá me estaba invitando.

Me levanto del sofá al instante y toco la puerta del baño. El sale envuelto en una toalla apenas toco.

–¿Estabas-

–Como que te llevo un rato ¿no?

Dice y luego se mete a su habitación sin más. Gruño y me yo solo a la ducha.

No podía creer que era tan idiota para no darme cuenta. Salgo de la ducha, me pongo mi pijama y empiezo a dar vueltas en la cama. Me faltaba algo, me faltaba un peso en el cuerpo. Me faltaban los rizos en mi barbilla y el olor más perfecto del mundo en mi nariz.

No podía dormirme y cuando me di cuenta eran las tres de la mañana.

–Maldición.

Me levanto y decido ir a comer algo. Al parecer no era el único que estaba despierto ya que Harry estaba sentado sobre la mesada (como siempre) mientras comía unos cereales.

Me mira sorprendido.

–Juro que no hago esto todas las noches. Solo no podía dormir.

–Tranquilo, yo tampoco pude hacerlo.

Comienzo a comer mi propio tazón de cereales. Nos quedamos ahí, callado mientras comíamos a la luz de la luna y las pequeñas luces de la calle.

No estaba pensando en nada. No sabia si Harry estaba pensando en algo la verdad.

–¿Puedes dormir conmigo? Siento que no podré hacerlo si no estás.

Me dice y lo miro con una pequeña sonrisa.

–Prometo que será solo por hoy. Luego veré cómo hacer...

–O podría dormir contigo todas las noches.

–No podría pedirte eso.

–Podrías pedir lo que sea cuando sea. Soy tu alfa.

–Ya, no suelo depender de uno, Gracias.

–Harry, deja de hacerte el duro, es así como digo, soy tu alfa, me necesitas.

Rueda los ojos y deja su tazón terminado sobre las mesada.

–Odio cuando te pones en modo machito.

Se encierra en su habitación y yo lo sigo. Iba a tocar la puerta pero el la abre al instante y me jala para adentro.

–De todas formas quiero dormir. Así que solo por eso te perdono lo que dijiste.

Me acuesta en su cama y creo que esta era la primera vez que entraba a su habitación. Ya que la primera vez fue cuando lo ayude con las cajas y me saco de ella a los segundos.

El se acuesta sobre mi y con un gran suspiro comienza a relajarse. Yo suelto mis fermonas por instinto, quería dejar mi olor en esa cama por días.

A Harry Parecía encantarle que lo hiciera ya que se quedó dormido en minutos y comenzó a ronronear.

Escuchar su ronroneo me lleno el pecho.

Lo molestaría por eso luego.

Amor a segunda vista.[L.S]Where stories live. Discover now