Tu anillo no sale de mi dedo 「 Minjin 」

Seventeen.

Después del sismo, todo fue más complicado, cambiar objetos materiales. Que los adornos para la boda estuvieran bien. Que las fotos y el contrato de compra de la nueva casa que aún no firmaban aparecieran debajo de donde sea que estuviesen. Era como si algo no quisiera que se concretara. Les llovía sobre mojado.

𖥸

No fue fácil.

No fue fácil todo lo que pasó con Minho y Hyunjin, ambos estaban sufriendo y el estado anímico en el que se encontraban era más complicado. Aunque Hyunjin tenía más que claro el porqué de su situación. Minho, estaba lleno de dudas y confusión. Que sólo empeoraba al momento de pensar en quitarse los anillos que ahora tenían dos pelotitas encendidas, solo faltaba una, no sabían el significado real de aquello pero la manera de sacárselo era lo que los atormentaba, uno a más que otro, claro está.

El día siguiente era el gran día, se concretaría el matrimonio de Minho y Ryujin, la feliz pareja. Ya tenían listo los anillos para los votos. Unos nuevos, que Minho obviamente, ocultó.

Sin saberlo, Ryujin ya se había dado cuenta de los anillos que ambos compartían, pero ella estaba relajada. Pensaba que solo eran anillos de amistad, creía que Minho se lo sacaría para su boda. Internamente encontraba muy tierno que ambos usarán anillos. Aun así no les preguntó por ello. Provocando que Minho y Hyunjin se sintieran mas nerviosos al intentar esconderlo de ella.

Hyunjin se acercó al lugar en donde su amigo estaba sentado.

—Minho debo hablar contigo —Lo llamó y este aceptó. Pasearon por el lugar en donde estaban preparando las flores para el día siguiente. Caminaron un rato sin decir nada, hasta que las personas se veían como hormigas y no había nadie cerca.

—Este es un lindo lugar —Minho intentó iniciar una conversación banal.

—Lo sé —Hyunjin sonrió falsamente.

—Es casi tan lindo como tú —Respondió en un susurro que Hyunjin logró escuchar. Lo estaba mirando.

—Para con eso —Explotó—. No quiero que digas que soy lindo, ni cosas bonitas. No lo soporto —Lo miró de frente, su postura decidida.

—¿Por qué? —preguntó Minho mientras intentaba acercarse para acariciar su rostro.

—¿Y me lo preguntas muy calmado? En serio, Minho a veces eres detestable. ¡Nos acostamos! ¿Sabes lo que me duele verte a punto de contraer matrimonio? —Hyunjin se limpió una lágrima.

—Si —Respondió Minho seguro.

—No, no lo sabes. Porque si supieras, no sería tu padrino de bodas y no vería al hombre que amo casarse —El gran peso que arrastraba desde hace mucho tiempo se fue con esa declaración. Minho intentó abrazarlo—. No, aléjate. No quiero sufrir mas, no quiero verte mas. No puedo hacerlo —Las palabras cada vez eran menos audibles —Me hace mal.

Comenzó a sufrir de hipo por intentar contener las lágrimas. Mordió su labio hasta el punto de hacerlo sangrar. Miró sus pies y dejó que las lágrimas fluyeran lentamente. Levantó el rostro cuando se encontró un poco más calmado, se limpió con su manga.

—No me digas eso, no te puedes alejar de mí— Intentó tomarlo de los hombros pero Hyunjin se rehusaba, quitandolo con fuerza.

—No seas egoísta. Mírame, estoy sufriendo, ¿Por qué quieres que sea un masoquista? —Gritaba con sus ojos llenos de lágrimas contenidas que lo hacían ver borroso, que ya no se molestaba en esconder. Si necesitaba llorar, lloraría —Bastante ya he aguantado...

—Yo no quiero que te alejes Hyunjin. Eres mi mejor amigo —Quería decirle la otra palabra. La palabra que siempre mantuvo en su interior pero que nunca tuvo el valor de dejar salir.