Five.

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—¿Qué mierda fue lo que hice?— Minho susurró con la respiración agitada, miró hacia el techo e intentó calmarse. Su mano temblaba, lo que había hecho no estaba bien. No era la primera vez que se había quedado mirando los labios de su mejor amigo aunque odie admitirlo. Lo tomaba como un juego, como parte de su imaginación, nunca se le pasó por la cabeza hacer algo al respecto. Por lo menos, no desde que se convenció que lo que sentía por Hyunjin era un amor fraternal, el mismo amor que la gente siente por un hermano, por un primo, por un familiar en sí. La situación seguramente lo había sobrepasado, porque completamente cuerdo, jamás habría hecho eso.

Hyunjin por su parte, estaba quieto hasta que observó como la maldita araña se burlaba de él paseándose de una esquina a otra. Corrió por el sillón y saltó hasta el pasillo. Empezó a golpear la puerta del baño con fuerza. Pero Minho solo quería que dejara de golpear. No podía abrirle, no quería abrir, no aún. Necesitaba pensar, no era fácil intentar comprender todo en un minuto. Solo había hecho una técnica para que guardara silencio, tal como lo habían hecho en aquella película de amor. No, Minho negó, solo había sido culpa del momento, de los gritos, a él le gustaba Ryujin, estaba enamorado de ella, por eso le pidió matrimonio.

Aunque, ahora el anillo que le pertenecía estaba en el dedo de Hyunjin, quien no podía deshacerse de el por una razón no cuerda, y que según una mujer, era un anillo de amor que nunca se equivoca.

—¡Ah! No puede ser, me volveré loco— Murmuró, era una locura. Hace una semana todo hubiera sido relativamente normal ¿Por qué ahora no? ¿Por qué lo había callado con sus labios? Tranquilamente podía haberle puesto su mano en la boca.

Llegó un momento en que Hyunjin se cansó de pedirle que abriera, estaba teniendo problemas también, aun no podía creer lo sucedido. Se sentó en el piso, lejos del cadáver de la araña por la que tanto había sufrido minutos atrás. Toda su mente estaba procesando el beso o por lo menos lo intentaba, sentía cosquillas, pero cuando vio el anillo en su propio dedo quedo confundido

Quizás el anillo tiene razón y Minho si siente algo por mi pero esto está muy encerrado en su corazón—Suspiró —Aún así no puedo ser egoísta e iluso, se casará con otra persona y al final todas serán ilusiones mías que me hundirán más. Creo que me volveré loco— Sacudió su cabeza, sacando los pensamientos que no le servían. Así se mantuvo un buen rato, colocándose de pie, moviéndose de un lado hacia otro hasta que de nuevo se dio cuenta de la araña y no hizo más que subirse al sillón, muerto de asco. Por un momento olvidándose de lo que había pasado en ese mismo lugar.

Pero el tiempo pasaba y el silencio era muy difícil de soportar. Cansado de que Minho lo ignorara, se sentó al otro lado de la puerta.

—Sé que estas confundido, pero yo no estoy pensando nada malo sobre ti. Es la situación. Vimos la película, el anillo. Es demasiado para procesar— Hyunjin aferró sus manos, dándose fuerza —Sé que me quieres como un amigo, somos los mejores amigos. Amas a Ryujin. Este roce no significo nada ¿Si? Deberíamos olvidarlo.

Minho respondió con un —Si— Que por lo menos dejó a Hyunjin más tranquilo. Se puso de pie y observó la puerta un rato. Era el primer beso que compartían. Por supuesto que era algo grande, pero si Minho sufría, él no podría ser feliz.

Un rato después, alguien llegó a la puerta y tocó fuertemente. Hyunjin observó la puerta y suspiró, con el dolor de su alma fue a abrir. Primero pasó con cuidado para no pisar la fea araña. Esquivando también la lámpara que había caído, la cual recién notaba que estaba hecha trizas

—¿Quién?— Se le ocurrió preguntar antes de abrir, uno nunca sabía quién podía estar al otro lado.

—Soy yo Hyuni, ábreme la puerta— Hyunjin miró el interior y estaba desordenado, pero no tenia tiempo para recoger todo. Se arriesgaría.

—Seungmin— Lo abrazó con fuerza apenas apareció al abrir. Al soltarlo lo hizo pasar.

—¿Qué pasó aquí?— Era la pregunta que Hyunjin esperaba —¿Por qué hay palomitas en el suelo, una araña muerta y una lámpara quebrada?

—Es que estaba con Minho, una película, mirando una película y...

—¿Está el cara de rana aquí? ¿Dónde está que no lo veo? No me digas que está en tu habitación y que todo este desorden es porque... — Se le comenzó a desfigurar la cara y Hyunjin entró en pánico.

—No, quita esa ideas locas de tu cabeza— Exclamó asustado.

—Aquí estoy diva del mal— Espetó mientras salía de donde se encontraba como si nada hubiera pasado. Observó a Hyunjin y le hizo un pulgar arriba, que decía que estaba todo bien.

—¿Estabas en el baño? Cochino.

—Es normal, como si tú no fueras.

—¿Por qué tienes tu mano vendada?— Decidió preguntar, ignorando la respuesta obvia del baño.

—Bueno es que había una araña y la maté, después me caí y me doble la mano, pero solo es dolor, nada grave— Respondió Minho mas calmado, ahora. Cuando escuchó que alguien había llegado se asustó tanto que tomó un pedazo de Papel y se lo enrolló en la mano para esconder el anillo. No quería que nadie se enterara de tan inusual problema, sobre todo si involucraba a Hyunjin. Seungmin era demasiado protector por lo que de seguro lo castra y lo dejaría sin descendencia si se enterase.

—Bueno, ojala no sea grave— Dijo Seungmin, después de todo lo quería mucho, a su manera pero lo quería.

Volvió a mirar a Hyunjin, preguntando si quería que le prepara algo de comida. Este le respondió con monosílabos ya que solo veía a Minho haciéndole señas raras que al principio no entendía. Quizás se había vuelto loco, pensó, hasta que comprendió que era para que escondiera el anillo. Lo único que se le ocurrió fue esconder su mano en el bolsillo.

Con cuidado de no mostrar más de lo debido limpiaron la casa. Seungmin empezó a cocinar para ambos ya que había traído cosas del supermercado porque sabía que Hyunjin no es de las personas que están pendiente de si hay comida en el refrigerador. Bastante soñador y despistado pero indudablemente una cualidad muy tierna. Seungmin sonrió.

—Hyunjin— Tomó el cuchillo grande, apuntándolo —¿Por qué tienes tu mano en el bolsillo? No las has sacado en ningún momento. Algo escondes, déjame ver— Dejó el arma corto-punzante en la mesa y se acercó a tironear la mano del bolsillo mientras este miraba a Minho con cara de terror porque si este se enteraba que el anillo tiene que ver con él, de seguro le corta el dedo para perder la relación. Y eso no podía suceder, debía proteger a su mejor amigo —Hyunjin, ¡Muéstrame la mano! ¿Qué escondes?

Tu anillo no sale de mi dedo 「 Minjin 」Where stories live. Discover now