26: Un buen jefe de cocina

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―Sin embargo, aunque cocinar por parejas no es sencillo, tampoco es un escenario común dentro del día a día de un chef ―prosiguió el chef Solaire―. Lo que sí lo es, es manejar toda una cocina. 

En un dramático movimiento, el telón a espaldas de los jueces comenzó a abrirse, y reveló dos cocinas, perfectamente equipadas y listas, separadas por apenas una pared de metro y medio.

Dos cocinas enfrentadas, con la suficiente altura para que los contrincantes pudieran verse, escucharse... y sabotearse.

―Hoy serán dos equipos ―explicó la chef Reyes― Equipo rojo y equipo azul, para no complicarnos las cosas.

―Su tarea, chefs, es preparar un almuerzo de tres tiempos para sesenta comensales, socios del Wilshire Country Club ―dijo el chef Yeon.

―Pero como bien saben, en una cocina no todos pueden ser los chefs en jefe, debe haber una cadena de mando ―añadió el chef Solaire―. Y como Tim y Naoko fueron los ganadores del desafío anterior, ellos serán los capitanes de los equipos.

La noticia para Tim fue como un baño de agua helada. ¿Él, capitanear un equipo? Sabía bien que si esperaba tener su propio restaurante debía saber manejar una cocina, y había sido suplente del sous chef en su anterior trabajo, pero...

Pero aun así, no se sentía capaz. Los demás cocineros a su alrededor no lo seguirían. Él no era un líder.

―Los equipos fueron elegidos al azar ―dijo el chef Yeon―. En el equipo de Naoko estarán Alessandro, Monique y Callum. En el equipo de Tim tenemos a Mike, Vincent y Keira.

Monique no se veía nada contenta de estar con Naoko, y Alessandro muchísimo menos. Tim no quiso ver las expresiones de sus compañeros de equipo, pero esperaba que no fueran tan malas.

―Excelente, chefs. Tendrán cuatro horas para planear, preparar y emplatar el mejor almuerzo de tres tiempos que este club haya visto ―les indicó la chef Reyes―. El ganador de este desafío no será decidido por nosotros, sino por sus comensales, así que más les vale impresionarlos.

―Y cabe destacar, que al final de este desafío tendremos una doble eliminación ―anunció el chef Yeon—. Les aconsejo que estén preparados.

Murmullos de preocupación se desataron en la fila de chefs. Tim divisó a Naoko, y ella le guiñó el ojo discretamente.

―Eso es todo chefs. Trabajen en equipo y escuchen a sus capitanes. Y buena suerte ―les deseo el chef Solaire.

A diferencia de los demás episodios, no fueron de inmediato a cocinar. Antes de eso, les dieron unas chaquetas del color correspondiente a su equipo. A Tim le tocó el equipo rojo, color que detestaba; sabía que no le sentaba bien, lo hacía ver más pálido y ojeroso. Sin embargo, se esforzó por mantenerse positivo. Tenía que ser fuerte por su equipo.

Recordó cómo era la actitud del chef Lacroix, su anterior jefe. Siempre amargado y cascarrabias, sin ánimo de escuchar las ideas y sugerencias de sus subordinados. Por sus errores el restaurante obtuvo malas críticas, por su culpa habían despedido a Tim. Ahora que tenía la posibilidad de estar en la misma posición de poder, se prometió que no cometería los mismos errores.

Tim se situó al comienzo de la fila y guio a su equipo a las cocinas, pretendiendo estar con todo bajo control, aun cuando no tenía la menor idea de qué hacer. 

―Entonces... ¿Con qué empezamos? ―quiso saber Mike, impaciente. 

Sin poder evitarlo, Tim miró de reojo a la otra cocina, donde Naoko ya estaba explicando a su equipo cuál sería el menú. No tenía duda de que ella tenía pensados sus platillos hasta el último detalle, y que no aceptaría cambios ni quejas de los demás. Se acordó cómo lo hizo sentir eso en el último desafío. 

Amor y Wasabi [TERMINADA]Where stories live. Discover now