Capitulo XI - Descubrimientos

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Narra Donatello:

Han pasado algunos días y la recuperación de I'gygva ( Mona Lisa) era rapida y estable, pronto estaría bien, diario me aseguro de que mi paciente esté bien, ya está fuera de peligro y estamos en espera de que recobré la conciencia y salga del estado de coma, Raphael no sé a querido apartar de ella desde que llegó ni siquiera para comer, ya me encargaré de ello después mi cabeza estaba llena de preguntas y por el momento nadie que las respondiera.

Aproveché la ausencia de vigilancia de Rapha para acercarme al lugar de la llegada del ovni, también exploré la nave  en la que Mona llegó, no era una nave salamandriana era una moderna nave Krang, por lo visto esos bastardos no perdieron su tiempo y siguieron mejorando su tecnología y armas, tenía algunos daños pero fuera de eso creo poder repararla,  ¿Que para que querría yo una nave espacial? En realidad la pregunta es porque no querría tenerla, me puede ser útil para muchas cosas y uno nunca sabe, es mejor estár preparado.

Tras aparcar a una distancia segura el vehículo me acerque curioso y paciente a observar, podía ver a lo lejos los cráteres que dejaron al impactar contra el suelo de la tierra, aparentemente no hay nadie pero esté extraño presentimiento en mi mente no sé va, y siento que de alguna manera algo me llama, sí, puedo sentir ésa extraña presencia invisible para mí vista pero no para el resto de mis sentidos, es como si una fuerza invisible ejerciera una fuerte atracción sobre mí, estaba ahí parado dudando por unos segundos en si adentrarme más, más allá, hacía dónde cayó lo desconocido, debería esperar y contar con la presencia de Raphael, pero aún no me decido.

Silencio, hubo un breve lapso de silencio, lo correcto sería volver, informar y esperar a Raph y venir a investigar juntos pero la curiosidad puede más que mi razonamiento así que me adentro, bajé mi mascarilla para protegerme de posibles amenazas en el ambiente y poder ver, por extraño que suene en ésa parte se había instalado una densa y extraña neblina blanca y espesa, no es de extrañar para mí ya que recuerdo que la nave al abrirse soltó un singular vapor frío que tardó mucho en disiparse, debe de ser algún sistema para mantener el ambiente adecuado en el interior según el tipo de raza, caminé un poco más hasta quedar frente a un enorme contenedor de metal, o bueno eso me pareció a mí que era, mi respiración comenzó a agitarse, no sé porque comencé a experimentar un ataque de pánico, de manera irracional mi cabeza se nublo con pensamientos aterradores respecto a lo que podría encontrar en su interior, mi cerebro inundó mis oídos con ruido blanco y mi corazón parecía que iba a estallar por la fuerza en que latía tan frenéticamente, tuve que apartarme de ahí me alejé respirando hondamente y repitiendo en mi mente una y otra vez

"Cálmate, no hay nada, estás a salvó tranquilo "

Al escuchar mis propios pensamientos como por impulso volteó a ver atrás para asegurarme que no había peligro alguno, efectivamente estaba completamente solo en aquel desolado lugar.

¡Basta!

Me dí un par de bofetadas a mi mismo tratando de hacer reaccionar mi cerebro, mi vista se clavo en el extraño contenedor de metal.

"Basta ya Donatello, No hay nada, estás bien."

Pasaron unos pocos minutos? No sé cuánto tiempo mi cerebro no estaba al tanto de la realidad en ése momento, mi pánico repentino poco a poco se iba, pude sentir el nudo en mi estómago liberarse poco a poco, pero que demonios, estaba siendo muy irracional! Éso no es normal en mí, yo soy el cuerdo en éste pequeño equipo de dos y sí pierdo la cabeza entonces...no, no puedo darme ése lujo, tengo que mantenerme siempre firme para que nuestro equipo funcione, sí, incluso si es para esté duo que somos, respiré hondo y de un golpe derribé la parte débil del metal, inhale una gran bocanada de aire y exhale dejando que mis pulmones soltaran el oxígeno retenido y sin más me adentré.


Rojo y Morado 2 colores en el desierto  Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang