Capitulo IX - Nuestra Promesa

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- ¡DONNIE, RÁPIDO VEN A AYUDARME ESTÁ HERIDA!

algo torpe corrí hacia ellos.

- Mona Lisa...

Raphael sostenía en sus brazos a la guerrera salamandriana, ¡Pero claro!
Okay, fuí muy lento en darme cuenta, literalmente no teníamos más aliados que vinieran del espacio y nos conocieran.

La examine rápidamente, tenía que atenderla inmediatamente o podríamos perderla, estaba al borde de la muerte.

- hay que llevarla a la enfermería, trata de mantenerla conciente lo más que puedas.

Asintió con la cabeza y cuidadosamente la levantó para llevarla al área de emergencias.

- oye, vamos no te duermas por favor, dime ¿Que fue lo que pasó?

Ella apenas abría ligeramente los ojos y movió un poco su mano.

La subimos con cuidado al vehículo para llevarla rápidamente, Rapha se quedó con ella en la parte de atrás.

- lo, lo s siento, ... No n, no pude hacer nada....

Habló aún inconscientemente

- yo, yo ... No pude a- acabar con ... Con el ...el . . . Krang...

- acaso acaba de mencionar a...??

- vas a estar bien, Mona.

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Narra Raphael:

Apreté su mano con fuerza tratando de trasmitirle que está bien, no, no puedo creerlo, aún no puedo creerlo, la extraña visitante que hace poco estaba odiando a muerte resultó ser lo más bello que el espacio pudo haber traído a la tierra. 

Regresaste.... Mona lisa.

- Raphael. . .

Me llamo con un tono débil, sostuve su mano todo el camino, podía escuchar los latidos de mi corazón acelerarse solo de sostenerla en mis brazos, algo cálido manchó mis ropas, sangre, estaba herida.

La cargué con mucho cuidado hasta la sala de cirugías que teníamos, la recosté, Donnie se apresuró a buscar material de curación.

- recibió un ataque directo, ésto parece ser una quemadura de algún arma de plasma

Señaló la armadura con tono aguamarina diamante que tenía una parte carcomida.

- no, yo .... Dónde estoy ...? basta...

Volvió a balbucear, pose mi mano sobre sus hombros.

- tranquila, estás a salvó, estás en la tierra, Mona.

- debía acabar con él.... Con el .... Krang.

Krang? ; Krang, ¡Krang! Ése maldito alien cara de pulpo deforme, el mismo que arruinó el planeta, el mismo que causó la desaparición de mis hermanos, y ahora tenía a Mona Lisa en una cama de cirugías desangrándose nombrando al bastardo.

- ¿Que fue lo que pasó?

Pregunto Donatello, ella realmente no estaba conciente, de pronto agarró mi mano entrelazandola con la suya, su agarre era débil, yo la apreté con fuerza, estaba fría.

- lo siento...lo intente, Raphael . . .

Y ahora estaba totalmente inconsciente, verla así me dolía, no pensé que nuestro reencuentro fuera así,  a veces me atormentaba pensar que nunca nos volveríamos a ver, pero ahora está aquí conmigo, amó que esté conmigo pero odió la idea de pensar que ahora está atrapada en el mismo infierno que yo, quizás ella estaba mejor en el espacio, con su gente.

Rojo y Morado 2 colores en el desierto  Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz